Qué es el latón, material que hace más resistente al trofeo de la Conference que al de Champions o Europa League

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El trofeo de la Conference League (Europa Press)
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SevillaUno de los momentos más esperados de cualquier final es ese en el que el equipo ganador alza al cielo el trofeo de campeón. Un momento para el que, esperemos que se haya preparado el capitán del Betis porque en el caso de la Conference League no hablamos de un trofeo cualquiera. Nada menos que 11 kilos de peso, tres y medio más, por ejemplo, que el de la Champions. Todavía quedaría el de la Europa League, que por tener el pie de mármol, se va a los 15 kilos de peso, el más pesado de los trofeos de las competiciones europeas. Si metemos en la comparativa a la Supercopa de Europa, encontramos que su trofeo, de plata, también es notablemente pesado. En concreto, 12,2 kilos. En cuanto a las medidas, el trofeo de la Conference es el de menor estatura. Sus 57,5 centímetros se acercan a los 58 de la Supercopa pero están lejos de los 65 de la Europa League o los 73,5 de la Orejona. Más de medio metro, en cualquier caso, de latón galvanizado dispuesto en 32 columnas que representan a los 32 equipos que participan en la competición desde su fase de grupos.

El material del que está hecho el trofeo de la Conference League

Otro factor importante es el material. El trofeo de la Conference está hecho de latón, algo que ha provocado algún comentario en tono irónico en redes sociales de quienes, seguramente, no sepan mucho de metales. La principal característica del latón si se compara con la plata (material de los otros tres trofeos de competiciones europeas), es ser mucho más resistente a la corrosión y a la oxidación. Sí, puede ser un material menos noble, pero desde luego, pensando en la eternidad del trofeo, con muchas más posibilidades de perdurar en el tiempo. Sobre el valor, poco importa la diferencia entre un material y otro ya que, en cualquier caso, el ganador de la final de Breslavia se embolsará nada menos que tres millones de euros. Esa cifra, sumada a la inmortalidad de grabar el nombre del club en la historia del fútbol europeo, un hecho cuyo valor se hace casi imposible calcular.

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