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Confirman que la dieta mediterránea, frente a la occidental, reduce el riesgo de algunos cánceres

Dieta mediterránea como potencial preventivo para algunos cánceres.

La dieta mediterránea tiene un potencial preventivo frente al cáncer de próstata, mama y colon-recto. Así lo han confirmado tres estudios internacionales liderados por investigadores de la Escuela Andaluza de Salud Pública.

Su meta es investigar la relación que existe entre la dieta, el estado nutricional, los estilos de vida y los factores medioambientales con la incidencia de diferentes tipos de cáncer y otras enfermedades crónicas.

Los resultados han reforzado la idea de que las recomendaciones nutricionales deben tener en cuenta patrones generales de dieta más que alimentos individuales y confirman que adoptar hábitos dietéticos en favor de una dieta mediterránea, alejados de la dieta occidental, podría reducir el riesgo de desarrollar cáncer de próstata, mama y colon-recto.

La dieta mediterránea frente a la occidental

Las participantes que tenían una alta adherencia a la dieta occidental mostraron el doble de riesgo de desarrollar un cáncer de próstata agresivo, un 37% más de padecer un cáncer de mama y un 53% más de tener cáncer colon-recto.

Por otro lado, los participantes con altas adherencias a la dieta mediterránea presentaron un 16% menos de riesgo de desarrollar un tumor maligno en el colon y recto que aquellos con adherencias bajas.

"Creemos que el aumento de la disponibilidad de alimentos procesados en las últimas décadas, junto con la menor disponibilidad de tiempo para la cocina tradicional, podría haber modificado la dieta de los individuos que presentaban una alta adherencia a dieta mediterránea al inicio del estudio, en la década de los años 90", ha explicado la investigadora Adela Castelló.

Este dato ha provocado que el factor protector de la dieta sea inferior al de estudios anteriores.

¿Qué es la dieta mediterránea?

La dieta mediterránea está basada en la conocida pirámide de alimentos, que sitúa en su base los alimentos que más se deben consumir y en la cúspide los que menos.

La Fundación Dieta Mediterránea muestra que en primer lugar, empezando por la base, se sitúan las frutas, verduras, arroces, pan, aceite de oliva, pasta, cuscús y otros cereales. Este grupo debe estar presente en cada una de las comidas principales.

En el segundo escalón, teniéndose que consumir cada día, se encuentran los lácteos y derivados, frutos secos, semillas, aceitunas, especias, ajo y cebolla.

Y por último en el tercer escalón se sitúan las carnes blancas, pescado, marisco, huevos, legumbres que deben consumirse semanalmente. Las carnes rojas y procesadas, las patatas y los dulces deben consumirse semanalmente, pero con moderación.

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