'Kit' emocional de primeros auxilios: qué tener a mano para esos días de bajón inesperado en invierno

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Organiza lo que necesitan para sentirte mejor. Unsplash
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MadridTodo el mundo tiene bastante claro que cuando nos hacemos daño o nos damos un golpe, es clave tratar la herida, desinfectarla y asegurarnos de que en ningún momento corremos el riesgo de que se infecte y pueda llegar a convertirse en un problema mayor. Es Bastante frecuente que en todas las casas haya un botiquín pensado para estos momentos. 

No hace falta que esté en una caja oficial en la que haya un símbolo que lo señale (aunque puede ser una gran ayuda para localizarlo rápidamente, sobre todo si necesitamos ayuda de alguien que no sabe bien dónde está guardado), puede ser una caja cualquier, porque lo importante es su interior. 

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Es frecuente que haya el desinfectante que más nos gusta, ya sea el clásico yodo o cualquiera en spray que sea un poco más limpio, también se suelen incluir gasas, tiritas, algunos medicamentos que pueden comprarse sin necesidad de receta médica y que pueden ayudarnos a reducir el dolor o la fiebre en momentos de necesidad. Es importante mantenerlo bien equipado y también asegurarse de que todos los productos están dentro del plazo de caducidad recomendado. 

Es algo que nos parece lógico y sensato, por eso es igual de buena idea, aunque sea algo mucho menos frecuente, tener un kit de primeros auxilios para los casos en los que la dolencia es emocional y estamos sintiendo picos de ansiedad o dificultades para lidiar con algunas situaciones. 

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Qué tener a mano para esos días de bajón inesperado en invierno

Las situaciones de crisis suelen hacernos sentir que perdemos el control, tener un kit preparado para afrontar esos momentos puede ayudarnos a recuperarlo. Es algo personal, por lo que el primer paso es reflexionar sobre aquello que nos ayuda a sentirnos mejor, ya sea escuchar música, caminar o darnos una ducha. 

Puede ser tanto un kit físico, una caja con detalles, herramientas, una libreta y un bolígrafo para escribir, como digital, con ficheros de audio con meditaciones, canciones o nuestros contactos favoritos. No hace falta escoger una, pueden ser ambas. 

También es buena idea que contenga una tarjeta donde tenemos escritos esos pasos que debemos dar y que han sido útiles en otras ocasiones para calmarnos o tranquilizarnos, esas técnicas que ya hemos empleado y que funcionan, como respiraciones, o el ejercicio de los cinco sentidos y que ayuda a gestionar la ansiedad (ser consciente de 5 cosas que puedas ver, 4 que puedas oír, 3 cosas que puedas sentir, 2 que puedas oler y 1 que puedas saborear).

Igual que sucede al mirar la caducidad de los medicamentos, este kit también conviene tenerlo actualizado, evitando esos métodos o tips que ya no nos sirven y apuntando los nuevos que aprendemos a lo largo del tiempo y que nos resultan más útiles para poder regular las emociones. 

Para poder desarrollar este tipo de estrategias en muchas ocasiones es esencial contar con el apoyo de profesionales, por lo que buscar ayuda cuando la necesitamos es el verdadero primer paso en estos casos.