La complicada realidad económica y legislativa que aparece en la venta del Sevilla
La Tercera Vía de Antonio Lappí y Fede Quintero oferta 2400 euros por acción del Sevilla
El crecimiento deportivo del Sevilla tras una hipotética venta, limitado por la legislación
La venta del Sevilla continúa en negociaciones. Lo que hace unos meses era un secreto a voces, se ha ido confirmando con el paso de las semanas y a estas alturas nadie puede esconder la realidad. Los principales actores no confirman, ni desmienten, nombres ni interesados, pero sí miran al proceso como una realidad que podría cerrarse en un futuro no muy lejano. La llegada de un nuevo dueño, eso sí, contará con ciertas limitaciones económicas y legislativas que condicionan la operación.
Porque la situación económica del club es conocida por todos los actores. Más allá de procesos legales y consideraciones propias, todos los actores conocen el proceso que vive la entidad y todos saben que, tras la compra, deberán realizar diferentes esfuerzos y movimientos para inyectar poderío al equipo.
Los condicionantes legislativos en la reconversión del Sevilla
Porque en este proceso no importa nacionalidad, sentimiento ni experiencia en la élite -a pesar de que actores secundarios como Monchi bien conocen el terreno-, la realidad del Sevilla dentro de los principales términos de LALIGA es la que es. En España no existen trucos ni espaldarazos económicos como sí ocurre en la Premier League, por ejemplo, y todos los caminos deben ir en sintonía.
Para entendernos: cualquier comprador, sea cual sea, si quiere proporcionar músculo financiero para reforzar al equipo deberá realizar una ampliación de capital o, en segunda opción, una aportación de los socios -accionistas-.
En caso de apostar por esa aportación de los socios, eso sí, habrá que recordar que solo puede aportar un 5% del coste de la plantilla, por lo que si el coste del equipo sevillista es de 100 millones, solo podrá inyectar cinco kilos y siempre deberán ser recuperados por el accionista en un plazo máximo de 12 meses. Las cuentas son claras.
La inversión extranjera y el ejemplo del Getafe
Este punto es imprescindible para entender cualquier movimiento o llegada de un inversor extranjero y, para ello, el ejemplo perfecto está en el Getafe. El club azulón llevaba semanas negociando con el fondo propietario del Liverpool, pero dichos inversores frenaron todas las negociaciones, según diferentes fuentes, al entender que el modelo español no permitía desarrollar su idea.
El análisis de Fenway Sports Group consideró que, sumando el coste de la compra y las condiciones que debían cumplir para subir el gasto de su plantilla, complicaba enormemente el crecimiento de forma inmediata y frenaron en seco su interés.
En Nervión nadie esconde que el deseo, en caso de venta, es encontrar un proyecto deportivo que aleje al Sevilla de lo ocurrido con clubes como el Málaga o incluso el Valencia, pero la inversión y el poderío económico debería ser bajo unas condiciones que no todos los gestores extranjeros conocen.
