Aitor Ruibal pide acabar con incidentes como los del derbi "en cualquier estadio": "No hay que normalizarlos"

Aitor Ruibal pide acabar con incidentes como los del derbi "en cualquier estadio": "No hay que normalizarlos"
Las palabras de Aitor Ruibal tras el Sevilla - Betis.
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El derbi sevillano volvió a quedar marcado por lo de siempre: intensidad en el césped y tensión desbordada en la grada. El triunfo cómodo del Betis en el Sánchez-Pizjuán quedó ensombrecido por varios incidentes que obligaron a detener el partido durante más de cinco minutos. En medio del caos, Aitor Ruibal alzó la voz con un mensaje firme y sin escudos: “No hay que normalizar estos actos, en ningún estadio”, reclamó el futbolista, harto de episodios que siguen dañando al fútbol.

Aitor Ruibal levanta la voz contra los incidentes

Con el ambiente caldeado y la imagen del derbi nuevamente dañada, Aitor Ruibal fue uno de los primeros en pronunciarse. El jugador del Betis mostró su incomodidad y dejó claro que el problema trasciende colores y estadios.

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“No quiero entrar mucho en eso. Lo que tienen que acabar es ese tipo de actos. Y no lo digo solo por este estadio, sino por cualquier estadio. No hay que normalizarlos”, declaró, cansado de que una de las grandes citas del fútbol español vuelva a verse enturbiada por incidentes ajenos al juego.

Ruibal evitó personalizar en lo ocurrido, pero su mensaje fue directo: el fútbol sigue siendo rehén de comportamientos que deberían estar desterrados.

 Piña bética en la celebración en el derbi.
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La casi suspensión del Sevilla - Betis

El Betis dominó el encuentro con autoridad y silenció al Sánchez-Pizjuán, pero la tensión acabó estallando en la grada. El primer aviso llegó tras una acción decisiva: Marc Bartra salvó un mano a mano con Akor Adams, celebró mirando a Gol Norte y desde la grada cayó una primera botella que el árbitro ordenó retirar de inmediato. Fue la señal de que el ambiente estaba al límite.

El colegiado, Munuera Montero, pidió por megafonía detener el lanzamiento de objetos, pero el partido estaba condenado a vivir un nuevo episodio vergonzoso. A falta de tres minutos para el final, más gestos desde el césped desataron una lluvia continua de objetos que paralizó el encuentro.

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Munuera llamó a Matías Almeyda y Manuel Pellegrini, que le pedían terminar el choque, pero el árbitro trató de suspenderlo temporalmente. Tras casi diez minutos de conversación y advertencias al público, el encuentro se reanudó entre el temor a una suspensión definitiva.