Álvaro Rubio condena la lluvia de huevos de la afición: "No podemos naturalizar lanzar objetos"
Más protestas para el duelo ante el líder
Cinco jornadas para lograr una victoria
Una situación de guerra entre Club y afición
ValladolidEn sala de prensa, Álvaro Rubio, entrenador blanquivioleta, fue preguntado por la actualidad de la plantilla de cara a la cita del equipo este sábado contra el Fútbol Club Barcelona. El Pucela ya es un equipo de la Segunda División mientras que el conjunto blaugrana se mantiene líder de la categoría, aunque el empate ante el Inter de Milán en la Champions League podría traducirse en rotaciones para el duelo ante el Pucela. El técnico del Real Valladolid arrancó reconociendo que las jornadas que restan no van a ser sencillas, y que a pesar de estar sentenciados desde hace tiempo, la confirmación del descenso ha pesado en el equipo: "Es una semana complicada. Se podía prever lo que podía pasar, pero, cuando llega, es doloroso. Queremos ser profesionales y tener la mayor dignidad posible para competir bien. Nos enfrentamos a un rival en un gran momento" Pese a estar descendidos, el logroñés quiso aclarar cualquier duda sobre que el equipo pueda no competir al máximo nivel de sus posibilidades para beneficiar a otro equipo en la tabla clasificatoria: "No pensamos para nada que podamos alterar la competición, no hay nada de eso. Queremos ganar y es lo que está en nuestra cabeza. El mal ya está hecho, pero me encantaría ganar algún partido por la afición que nos ha apoyado desde el principio" Finalmente, cuando fue se le preguntó por si el Real Valladolid tendrá que hacer pasillo a los campeones de la Copa del Rey en este duelo, respondió: "No lo sé, no lo hemos hablado, pero no tengo ningún problema en hacerlo".
Una situación social candente
Durante el encuentro ante el líder, se van a realizar varias protestas para reclamar que el actual presidente; Ronaldo Nazário, venda el Club y se marche de la entidad deportiva. La situación entre el equipo, la afición y la directiva se mantiene en un clima de guerra, y parece que la venta del Real Valladolid es la única solución posible a la situación. Cuando el entrenador fue preguntado por su opinión al respecto sobre el recibimiento que tuvo la plantilla tras el descenso, respondió: "Son libres de opinar como quieran. No podemos esperar nada, sólo nos queda seguir trabajando. Entendemos que estén cabreados, pero nosotros también estamos dolidos. Tampoco podemos naturalizar el lanzamiento de objetos, es algo que condenaré siempre"
