El Betis propone que Juan Miranda herede el 17 de Joaquín
Hay pocas cosas más bonitas que jugar en el club de tu vida. El amor que siempre perseguiste, por el que luchaste tantos años, con el que sufriste, vibraste y hasta lloraste. El sempiterno carrusel de emociones que genera un gol, un título e incluso un descenso. Todo eso, desde el infierno hasta la gloria más absoluta, lo ha vivido con el Real Betis el lateral izquierdo Juan Miranda, quien podría engrandar su particular leyenda heredando el legado que le deja su capitán, su ídolo, el futbolista por el que se enamoró del fútbol. Y es que según ha podido saber ElDesmarque, el club pretende que el de Olivares adquiera el dorsal número 17 que ha dejado Joaquín Sánchez tras su retirada.
Miranda, leyenda viva del Betis
El club ha empezado a perfilar la relación de dorsales de cara a la temporada 23/24 y en principio -a expensas de concretarlos y formalizar la nueva plantilla- Juan Miranda sería el que coja el dorsal número 17. Hasta ahora ha tenido ficha del filial, de ahí que luciese el 33, pero a partir de verano -con renovación incluida- será a todos los efectos jugador del primer equipo. Mucho se había hablado sobre quién lo heredaría, y había incluso quien fantaseaba con una posible retirada del dorsal, pero será el de Olivares, el bético de toda la vida, el último en darle un título al Real Betis, quien lo coja. Una noticia que el propio Joaquín dejaba entrever hace unas semanas, en un vídeo publicaba por el club. "Yo solo espero que se siente un canterano y ese canterano seas tú. Tú te pasas para acá", decía el portuense en referencia a que se sentase en su lugar. El del 17. Ni siquiera sabía hablar o gatear cuando entre sus manos ya poseía el mejor de los tesoros. El futbolista fue, el año de su primer carnet, uno de los abonados más jóvenes de aquel 2000, en el Gol Sur del antiguo Manuel Ruiz de Lopera. El germen de lo que conocemos hoy en día. La historia del niño que correteaba los pasillos del viejo Gol Sur y que ahora lo hace en el flanco izquierdo del Benito Villamarín. Un chico humilde, trabajador como el que más y bético hasta doler. Un relevo que se ha ido fraguando desde hace tiempo, siendo el propio Joaquín quien ha cuidado personalmente al lateral: "Cuando él debutó yo estaba naciendo. He tenido la suerte de disfrutarlo desde la grada toda la vida. Yo voy a llorar más que él (en su despedida). Toda la vida viéndole jugar... Me da mucha pena. Si es bueno como futbolista, más lo es como persona. Lo he tenido cada día al lado en la taquilla, en el autobús también y se le va a echar de menos", decía Miranda hace unas semanas.
El niño que correteaba por el Villamarín
Algo más de 23 años han pasado desde que Juan Jesús, el padre de Juan Miranda, le sacase su primer carnet. Un chico que creció correteando los pasillos de Gol Sur y que fue quemando etapas hasta cumplir su sueño: lograr sobre un terreno de juego lo que un día consiguieron sus ídolos. El hoy lateral izquierdo del Betis estuvo en aquella noche mágica de junio de 2005, en el Calderón, viendo a su equipo ganar un título casi tres décadas después. Su padre, Juan Jesús, recordaba hace un año para ElDesmarque cómo vivió Juan Miranda aquella noche en el Vicente Calderón. "Estuvo todo el día montado en la maleta, en las estaciones, con la bandera dando banderazos y cantando Betis. Recuerdo que nos fuimos un viernes después del colegio... y quién me iba a decir que lo vería ahora". La valía de aquel chico que correteaba tras una pelota despertó la atención del FC Barcelona, donde creció hasta llegar a la élite pese a que siempre lo tuvo claro: su deseo no era otro que el de volver a casa. Incluso cuenta su padre que en La Masía obligaba a sus compañeros a ver a su equipo: "cuando jugaba el Betis todo el mundo (en Barcelona) tenía que verlo", relata Juan Jesús. Algo similar ocurrió en Alemania, cuando se marchó cedido al Schalke 04. Una etapa complicada pero necesaria para su madurez: "Ahí es donde ha aprendido. Jugó poco pero le hizo crecer y madurar como persona. Siempre estuvo en su mente volver al Betis. Lo que tiene ahora es lo que ha querido siempre". Y es que nunca pudo dejar su pasión de lado... "Recuerdo ver los partidos en Alemania y terminaba en el suelo por los nervios", añadía.
Un loco por el Betis
Incluso pese a estar fuera Juan Miranda viajaba por España junto a su padre para ver al Betis. Aún no pertenecía al club cuando asistió en las semifinales de Valencia, donde pese a tener invitaciones "se fue con sus amigos, con los ultras, a chillar y cantar". También recuerda Juan Jesús una anécdota en un derbi en el Sánchez-Pizjuán, ambos en la grada visitante: "Una vez nos metieron 0-3 o 0-4 y nos dijeron de todo... y él se quería ir. Agáchate y aguanta, le dije (decía entre risas)". Y es que el deseo de Juan Miranda siempre fue volver a casa. "Venían algunos equipos y él preguntaba... ¿Y el Betis? ¿No ha preguntado por mí?", comentaba Juan Jesús. Y por fin, caprichos del destino, la providencia llamó a su puerta. Juan volvía a casa en verano de 2020. Una operación que se fraguó a última hora, de ahí que el padre recuerde cómo vivió Miranda aquellos momentos... " El día que ya vinieron en serio, que nos reunimos en Barcelona... ya sabía él que estaba preparado. Estuvo en una habitación en Barcelona hasta las 23.55 llamando a la madre y a los representantes... Y cuando se hizo, se emocionó mucho". En 2023 hizo historia. Se cumplía la profecía. Le daba al Betis un nuevo título. 17 años después. Una Copa que levantaba Joaquín. El que ahora le da el testigo. Pasado, presente y futuro...
