La primera hooligan de la historia la tuvo el Sevilla FC en 1892

Rompiendo el techo de cristal: experiencias de mujeres en el arbitraje
Mujeres pioneras en competir y ganar en deportes tradicionalmente masculinos
Dijo alguien que "una madre nunca está sola en sus pensamientos. Una madre siempre piensa dos veces, una por sí misma y otra por su niño". Y es que los hijos son intocables para ellas. Y de todos los regalos que la vida tiene que dar, una buena madre es el más grande de todos. Porque las madres, al igual que las mujeres, son vigorosas, fuertes y luchadoras como ninguna. Su tarea nunca fue fácil y menos en el ámbito que nos concierne, en el fútbol. Pero siempre hay alguien que se rebela contra lo imposible. El ejemplo más claro, el de Doña Josefa Niño, hincha del Sevilla FC, la primera 'hooligan' de la historia y la primera mujer de nombre conocido relacionada con un evento de fútbol en España. Hay que remontarse a 1890 para vislumbrar el germen de esta maravillosa historia. Unos días antes del duelo, el por aquel entonces secretario del club, Isaías Whie, invitaba al Huelva Recreation a jugar un partido en la capital hispalense. Los onubenses aceptaron esa propuesta y el encuentro terminó celebrándose, caprichos del destino, un 8 de marzo de 1890, en el Hipódromo de Tablada. Aquel fue el primer partido de fútbol de España del que se tenga constancia escrita. Un híbrido entre jugadores nacionales e ingleses que repitió suerte durante varios años. Fue ya en 1892, cuando aparece la primera hooligan de la historia del deporte rey. Los contendientes se citaron en la Copa de la Raza, que conmemoraba el cuarto centenario del descubrimiento de América. Aunque no hay certezas reales, aquel partido lo ganó el Huelva Recreation, según la tradición oral, pero lo más importante no fue eso.
Josefa Niño, la primera 'hooligan' del Sevilla
Aquel día, sobre el césped onubense -el partido se celebró en Huelva- en el Sevilla FC estaban, entre otros, los hermanos Welton, hijos de un inglés y una sevillana, Josefa Niño. En un lance de partido, uno de los hermanos (Carlos y Enrique) sufría una dura patada en el estómago. Una acción que lo tiró al suelo, llegando a perder el conocimiento. Fue ahí cuando apareció la madre, Josefa Niño, que estaba presenciando el partido. Según se recoge en la Historia de los Heterodoxos Españoles, la madre "se tiró al terreno de juego, con un abanico en la mano y correteó a Pepe García (el infractor) por todo el campo con la intención de partírselo en la cabeza". Por poner en contexto, en aquellos entonces el fútbol era un deporte de caballero. El árbitro vestía con traje y sombrero, las porterías eran casi improvisadas, pues no existía larguero como tal (sí una guita) y algunos de los hombres vestían hasta con corbata. Las mujeres no tenían allí cabida. Ni los niños, a los que incluso les tiraban piedras cuando pasaban, según recogía La Palangana Mecánica. Pero a Josefa Niño, su hijo no lo tocaba nadie. Un ejemplo de empoderamiento de la mujer, que reivindicaba protección para su niño. Ella estuvo ahí para defender lo suyo. Nadie se lo debía tocar. En un mundo de hombres, la mujer se rebeló. La historia de lo que ha sido siempre el Sevilla FC: el club que se opone a los que se sienten superiores.
