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LaLiga Santander|Jornada 10
Sevilla

Ó. Torres 8´,
R. Mir 24´,
Diego Carlos 38´,
Munir 50´,
Fernando 64´

5
3
Levante

Morales 33´,55´,
Melero 61´

Solo faltó Benji, porque Óliver estaba

Óliver y Rafa Mir, dos goleadores, se abrazan durante el partido ante el Levante (Kiko Hurtado).
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La mejor primera parte de la temporada del Sevilla, el partido con más goles de LaLiga hasta la fecha, ocho ni más ni menos, un caudal ofensivo desconocido hasta el momento, y también unas relajaciones defensivas tampoco habituales dieron lugar a un espectacular encuentro de dibujos animados, en el que estaba Óliver, que hizo un golazo de bandera, y solo faltó Benji para firmar un guion de Campeones. El triunfo del equipo nervionense este domingo ha tenido de todo, mucho más bueno que malo, y sobre todo ha sido entretenidísmo. Raramente entretenido, porque los partidos del equipo nervionense suelen tener poco de locura y mucho de control. Lo de este domingo fue lo contrario, el Sevilla se desató. Tanto que en algunas fases del partido tuvo que bajar las revoluciones de excitación hasta relajarse, y darle esperanzas y vida al Levante hasta en tres ocasiones cuando el partido ya parecía decidido. Pero la victoria, la forma de lograrla, a través de la intensidad, el ataque, son un evidente síntoma de que el Sevilla va a más. En resultados y clasificación, en la que está en todo lo alto por cierto, nunca ha habido deficiencia en realidad, pero en juego esta vez, sobre todo en la primera mitad, el conjunto de Lopetegui dio un paso adelante. En intensidad, en combinación, en velocidad y ritmo. La primera parte en Lille en la Champions ya fue un ejemplo de mejoría y evolución. Ante el Levante fue el pico más alto de este curso en fútbol.

Vendaval y no fue Levante

La primera parte del Sevilla en Lille ya fue buena, pero la que completó ante el Levante fue, sin duda, la mejor de la temporada del conjunto de Lopetegui. Puede que el Levante sea a día de hoy un equipo débil, que lo es. Pero es que la primera mitad nervionense, en el día que volvía el aforo completo al Sánchez Pizjuán, puso al límite al conjunto granota hasta que hizo explotar todas las fisuras del Levante y puede que de cualquier equipo que se hubiera puesto enfrente este mediodía del domingo. Porque el Sevilla hizo las cosas bien, muy bien, aplicándose en conjunto y en individual.

Presionó muy arriba desde el inicio, y con jugadores adecuados para ellos. El centro del campo dispuesto por Lopetegui con Fernando, Delaney y Fernando ofreció una intensidad casi inusitada este curso y una presión continuada que ahogó al Levante. Prácticamente los primeros 20 minutos fueron un acoso sevillista, robos continuos de la pelota y distribuciones rápidas, llevando la pelota a unos inspiradísimos Suso y Óliver Torres, que a su vez daban mucha profundidad al juego. Munir, Navas, incluso a Agustinsson ganaban la banda y daban muchas opciones al equipo de Julen. El colofón a ese gran inicio fue el espectacular gol de Óliver Torres que abrió el marcador. El córner al segundo palo del lateral sueco lo empalmó de cine Óliver Torres, logrando uno de los goles de la jornada y puede que de la temporada. El tanto fue un punto y seguido del dominio local, que encontró premio a tanta presencia en el área contraria con un gol de Rafa Mir, que se sacó un remate inesperado que encontró cierta colaboración de Aitor para certificar el 2-0. Tal como iba el partido fue una sorpresa el gol, golazo de Morales, que con el 2-1 advirtió de lo que sería el resto del encuentro. Por mucho que Diego Carlos marcara de cabeza certificando una gran primera mitad, porque quedaba la segunda mitad.

Más y más goles

Quizás algunos imaginaran una segunda parte como aquella ante el Valencia, dormida, controlada, sin incidencia. Pero nada más lejos de la realidad. Si Munir parecía cerrar el encuentro tras salir del descanso con su gol lejano, la relajación por el resultado en ese momento hizo mella en el Sevilla. Dmitrovic y Diego Carlos tuvieron fallos clamorosos y groseros los dos que pusieron el partido de un 4-1 a un comprometido 4-3 en apenas 6 minutos.

El Levante atacaba con muchos efectivos, el Sevilla, también, y en el campo había muchos espacios para correr. El partido estaba entretenidísimo y loco, y entró en juego el factor Navas. El palaciego, que ya en la primera parte había sido uno de los destacados con sus continuas llegadas aliándose con Suso, de nuevo fue trascendental. Una incursión, una de tantas, suya significó la asistencia del ya definitivo 5-3. La exhibición de Navas no acabó ahí, pero el resultado sí, se paró a pesar de que hubo 'amenazas' por ambas partes de engordar aún más el marcador con goles. El Sevilla, con un espectáculo redondo en Nervión, suma y sigue, está en lo más alto de la tabla y envía mensajes de evolución en el juego que una vez más invitan a ser optimistas, mucho, de cara a los próximos compromisos.

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