Que los objetivos de este Málaga CF no pueden ser los del curso pasado es algo evidente. Y queda demostrado conforme pasan las jornadas. Este sábado, el equipo dirigido por Víctor Sánchez del Amo no supo cerrar el partido ante un discreto Mirandés y se tuvo que conformar con con sumar un punto (1-1). Pasos demasiado cortos del cuadro malaguista en este inicio liguero en LaLiga SmartBank, sumando sólo una victoria en cinco partidos y ofreciendo sensaciones que distan mucho de lo requerido a un equipo para pelear por cotas altas. Salía Víctor Sánchez del Amo con novedades, dos de ellas destacadas. Los regresos de Munir y Keidi Bare eran esperados, pero también fueron de la partida Luis Muñoz y Benkhemassa, ambos por primera vez y el argelino debutando como malaguista. El técnico apostó por un esquema con tres centrales, dejando a Cifu y Juankar como carrileros largos. El Málaga comenzó dominando, acumulando muchos efectivos en campo contrario y teniendo la posesión, aunque sin llegar a generar peligro a Limones, portero del conjunto burgalés. Dos disparos muy desviados de Sadiku y Boulahroud fueron los primeros y tímidos avisos. Más cerca estuvo Boulahroud en el minuto 15 tras un córner lanzado por Benkhemassa y prolongado por Luis Muñoz de cabeza, pero el remate del marroquí se fue alto. Álvaro Rey respondió para los locales con una jugada personal aprovechando la indecisión de Diego, pero su disparo lo atrapó Munir sin problemas tras rebotar en un defensa. Fue ganando metros el Mirandés conforme pasaban los minutos, impidiendo que el Málaga estuviera tan cómodo como en el arranque. Un par de faltas en la frontal pusieron a los de Víctor en alerta justo antes de que Adrián tuviera una ocasión tras un buen pase filtrado de Keidi Bare, que alternó buenas acciones con otras en las que se le vio demasiado confiado. La soporífera primera parte terminó con un córner en el que el Mirandés estuvo a punto de adelantarse. Se salvó el Málaga tras un barullo en el área en el que pudo pasar de todo, y se llegó al descanso con el 0-0 inicial. Sentó bien el paso por los vestuarios al Málaga, que en el minuto 53 se adelantó por medio de Sadiku. El albano tiene que ser el hombro gol de este equipo, y este sábado empezó a cumplir con ese papel. Otro saque de esquina bien sacado por Benkhemassa le llegó a Boulahroud, que recogió un rechace de un remate también suyo y la volvió a poner en el área con la zurda. Ahí apareció Sadiku con un fino testarazo, un remate muy colocado que se coló en la portería haciendo inútil la estirada de Limones. Con más empuje que fútbol, el Mirandés trató de buscar el empate. Le faltaba calidad en los metros finales al equipo burgalés, que en cualquier caso puso en aprietos al Málaga tras el 0-1 pese a no disponer de claras ocasiones. Los de Víctor trataban de templar el ritmo y aprovechar las que pudieran tener, como una de Sadiku pasados los 70 minutos. Se encontró con el balón en el área el ariete tras una acción de Cifu y sacó un zurdazo a la media vuelta que se marchó desviado por poco. No supo cerrar el partido el conjunto blanquiazul y poco después llegó el empate local, obra de Merquelanz a la contra. Una nueva pérdida del Málaga provocó la rápida salida del Mirandés, y no perdonó el atacante rojinegro, que fusiló a Munir con la zurda. Minutos más tarde, el portero melillense salvó a los suyos con una parada a un potete disparo de Guridi desde la frontal. Parecía noqueado el Málaga, fuera del partido y embotellado en su área por un Mirandés que veía que con poco podía llevarse el triunfo. Pudo merecer hasta algo más el equipo burgalés en un tramo final desastroso del cuadro dirigido por Víctor.