El Sevilla ha caído ante el Valencia en un partido trascendente y veremos al final del campeonato si decisivo. Tenía una oportunidad única para sumarse a la pelea directa por la Liga de Campeones y resulta que el equipo de Caparrós acaba fuera de puestos europeos esta jornada tras la derrota ante el conjunto che. Y perdió por culpa de una mala primera parte y una falta de precisión en una segunda mitad en la que fue mejor que el rival y en la que hasta mereció al menos un gol. Pero no lo logró, el Valencia se defendió bien y logró tres puntos que le valen para superar al conjunto sevillista. Lastró demasiado el mal planteamiento inicial del Sevilla. Caparrós fue medroso en su plan inicial. Volvió a colocar a Banega en la derecha y el argentino ahí no solo se perdió, no solo dejó de sumar su creación por el centro, sino que además fue un flanco propicio para que el Valencia atacara y creara peligro. Por ahí llegó de hecho el gol decisivo de Parejo, de penalti, tras una falta del argentino a Gayá perdiendo la posición y llegando tarde. La realidad es que el Sevilla en la primera parte fue peor, no generó casi nada y salvo un inicio furibundo casi no creó peligro. Pero en la segunda fue bastante mejor y rondó el área de Neto en casi todo momento. Pero ahí le faltó mayor precisión, remate y acierto, y el gol no llegó, y cuando lo hizo, en el 95, fue en fuera de juego. Fueron minutos finales intensos, con una reclamación incluso de penalti a Gonalons que el colegiado ni el VAR vieron punible. El Sevilla, pues, fue bastante romo en una primera mitad en la que solo encontró vía de penetración por la banda derecha de Navas. Por el centro, Amadou y Gonalons, mal partido de ambos, peleaban a duras penas, pero no generaban absolutamente nada, y eso acabó provocando que el Sevilla abusara de los balones largos, que no buscara las mejores opciones y que no encontrara a Ben Yedder ni Munir. El Valencia se hizo fuerte por el centro y en la presión, y antes de su gol bien pudo marcar en robos peligrosos por pérdidas de Gonalons sobre todo. La segunda mitad ya fue bastante diferente después de que Caparrós retocara las piezas, metiera a Banega por el centro y al Mudo por Amadou. Sumó, en definitiva, más jugadores creativos y mejores, y el Sevilla mejoró. Jugó en campo contrario, solo concedió una contra peligrosa (Gameiro al larguero tras paradón del canterano Javi) y pudo marcar en alguna que otra llegada, pero no lo hizo. El Valencia se defendió bien y la reacción no se consumó. Pagó el Sevilla su errores de forma puede incluso que exagerada, pero el caso es que la derrota deja al conjunto hispalense fuera de Europa y mete al Valencia de lleno en la pelea por la Liga de Campeones.