La masterclass de Sagasti y Ponseti para entender el juego de carrera de los Detroit Lions
La ciencia detrás del juego de carrera de los Lions
El Power Ranking de Ponseti e Iker Sagasti en la semana 15 de la NFL
Ponerse cómodo es casi obligatorio cuando llega la masterclass semanal de Sagasti y Ponseti en ElDesmarque Quarterback. En la semana 15 de la NFL, la clase tuvo un sabor especial: una explicación detallada, casi quirúrgica, de por qué el juego de carrera de los Detroit Lions no es casualidad, sino puro estudio, técnica y sincronización. Una lección perfecta para entender que en la NFL nada ocurre por azar.
El diseño de los Detroit Lions
La explicación arranca en la pizarra invisible que Sagasti dibuja con palabras. Detroit basa muchas de sus carreras en un concepto claro: dos bloqueos interiores que generan ventaja desde el primer segundo. El center y el guard ejecutan un dos contra uno que limpia el interior de la línea defensiva, abriendo un carril que no nace de la improvisación, sino del trabajo previo.
A ese primer movimiento se suma la llegada de Amon-Ra fijando el exterior. Ese detalle es clave, porque obliga a la defensa a respetar ambos lados del campo. Con el interior sellado y el exterior controlado, el diseño de la jugada ya ha ganado media batalla antes de que el running back reciba el balón.
Sagasti insiste en que ahí está la primera clave: la carrera no empieza cuando corre el balón, empieza en los bloqueos y en cómo se ejecutan en perfecta sincronía.
Jahmyr Gibbs y la inteligencia en movimiento
Con el camino parcialmente despejado, entra en escena Jahmyr Gibbs, que pone el talento al servicio del sistema. A Gibbs no se le pide velocidad inmediata, sino lectura. El running back observa al linebacker y toma la decisión correcta en décimas de segundo: cuando detecta que el defensor se desplaza hacia su derecha, ataca con decisión por la izquierda.
A partir de ahí, la jugada se convierte en una carrera explosiva. Gibbs acelera, rompe el segundo nivel defensivo y ya no hay quien le dé alcance. "Échale un galgo", resume Ponseti, destacando cómo la ejecución convierte una buena jugada en una acción espectacular.
La lección final es clara: en la NFL todo está preparado, estudiado y entrenado. La masterclass no solo sirve para entender a los Lions, sino para comprender por qué el fútbol americano es un deporte de precisión absoluta.