Alejo y su nuevo rol de lateral en el Pucela: "Me tocó Yeremay y yo sabía que iba a hacer un partidazo"
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Representación pucelana en el Real Valladolid
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Iván Alejo y la pérdida de afición en Zorrilla
A sus 30 años Iván Alejo está cumpliendo su sueño desde que era niño, jugar en el Real Valladolid. El futbolista pucelano llegó este verano al equipo blanquivioleta para ser el líder del equipo en LALIGA Hypermotion y se sincera en una entrevista en Offsiders sobre cómo ha sido esa llegada a la ciudad.
Alejo detalla su perfil dentro del césped y su relación con el estamento arbitral: "Desde el episodio del beso he intentado mantener un perfil más bajo con los árbitros y he jugado peor. Es como que necesito ese pique, necesito estar continuamente enfadado con mi extremo, picarle. En San Sebastián primera falta que hice, minuto 20 y me sacan amarilla. Me lo han hecho muchos árbitros. Sé que soy uno de esos jugadores a los que no gusta pitar, pero luego me llevo muy bien con muchos árbitros. Hace dos o tres partidos uno me pidió la camiseta".
El vallisoletano explica cómo se siente jugando de lateral y cómo es cubrir a un jugador de la talla de Yeremay Hernández: "Me tocó Yeremay y yo sabía que iba a hacer un partidazo. Empecé a hablarle de la familia, de cosas fuera del fútbol y cuando acabó el partido le dijo a sus compañeros, este no paraba hablarme de cosas de la familia, de sacarme del partido. Cada uno intenta jugar sus bazas. Cuanta más información tengas del rival, más tienes ganado. Yo he notado que no se tiene el mismo respeto de los jóvenes a los veteranos que se tenía antes, en general. Cada vez endiosamos antes a los futbolistas jóvenes, se han adelantado mucho los procesos".
Salida y vuelta a Valladolid
El '14' del Pucela detalla como a los 16 años se truncó su sueño de jugar en el equipo de su ciudad: "El Valladolid me ficha con ocho años y yo me voy con 16 por desavenencias con Carlos Suárez. Destacaba mucho de extremo, cuando estás viejo ya te bajan a lateral. Me está gustando jugar de lateral por la forma que tiene el míster de jugar. Al extremo bueno no le gusta defender, por eso intento ir al ataque todo lo que puedo".
Iván cuenta su salida convulsa de Chipre y su llegada por fin al equipo de su vida: "Un representante al que no le caigo muy bien filtró lo del Valladolid al Apoel. Tenía dos de los tres años de contrato asegurados y cuando se enteraron de eso las condiciones de la rescisión bajaron mucho. Pero bueno me ha valido para venir a Valladolid que es lo que he querido siempre. Este verano yo veía que era el momento. Estoy muy contento, creo que va a ir bien a pesar de la dureza de la categoría.
Retirada en casa
"A nivel físico me encuentro muy bien porque trabajamos mucho eso, y a nivel mental muy bien porque estoy muy feliz, pero que te hayan firmado para ser referente y representar lo estoy llevando bien a momentos. Cuando perdemos sufro mucho. He creado un vínculo con la propiedad, la directiva y el entrenador y no quiero fallar a nadie. Quiero acabar mi carrera en mi casa, dos, tres años o los que sean, hasta que el cuerpo y la mente aguanten".