Álvaro Ferllo firma por el Deportivo de La Coruña

Álvaro Ferllo, en el entrenamiento del Sevilla de este martes
Álvaro Ferllo, en un entrenamiento. Kiko Hurtado
Compartir

El Sevilla FC ha dado permiso a Álvaro Ferllo para no entrenar con el resto de sus compañeros mientras resuelve su situación contractual y según ha podido saber ElDesmarque se encuentra negociando con el Deportivo de La Coruña. Su principal aval será su vuelta a las órdenes de Antonio Hidalgo, con quien ya dio un rendimiento exquisito en el Huesca. El guardameta ya estuvo a punto de marcharse al conjunto gallego en verano, justo después de la salida de Helton Leite, pero finalmente no se dio y desde entonces ha estado sumido en el ostracismo más absoluto, siendo el único jugador de la primera plantilla que no ha disputado un solo minuto oficial en el presente curso.

Álvaro Ferllo, el primero en liberar una ficha

Con contrato hasta junio de 2027, el ovetense ha estado apartado de las convocatorias aunque al menos sí entrenaba con el grupo, algo que -al menos hoy- ha dejado de realizar a expensas de encontrar una salida. El portero está en el mercado y se le ha instado a tomar la decisión que mejor considere. Conviene recordar que con el regreso de Fede Gattoni el Sevilla FC tendría 26 fichas profesionales, por lo que al menos deberían salir dos (serán más) para poder acometer refuerzos.

Con el mercado en España cerrado, el Sevilla siguió intentando buscarle un destino al exportero del Espanyol, que había tenido alguna oferta muy atractiva desde destinos exóticos, pero Álvaro Fernández lo tenía claro, ya que solo quería seguir en terreno nacional. Se quedaría sin jugar y sin convocar, como mínimo, hasta enero. Y ahora está negociando su incorporación al Dépor.

A pesar de este ostracismo, Álvaro Fernández no se ha apartado ni desinteresado del equipo y en cada encuentro como local -como visitante no es convocado ni viaja-, ha acompañado al resto de sus compañeros. Esta actitud, eso sí, no ha borrado nunca el deseo de su salida. En el Sevilla esperan que, dada la necesidad de liberar fichas, el guardameta sí acepte alguna posibilidad -entienden que un año sin convocar sería un suicidio para un jugador tan joven- y conseguir algo de margen salarial para acometer alguna operación.