Si te quieres divertir...

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Alexis Sánchez, lamentando una situación en el Sevilla - Betis.. Kiko Hurtado
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SevillaSe cruzaban cánticos -más o menos respetables, más o menos educativos- entre Gol Norte y Gol Sur con la archiconocida melodía de Nueva Yol como base y, en el centro, mientras ciertos sectores jugaban su propio partido, se vivía la enésima demostración de que, si te quieres divertir... mejor no vivas una noche en Nervión. Porque en el Sánchez-Pizjuán, desde que se decidió cambiar al mejor director deportivo de la historia del Sevilla por su aprendiz, desde que se pensó que Orjan Nyland -un gran profesional- podía sustituir a Bono o, por repartir culpables, se pensase que era buena idea asegurar que Akor Adams sería uno de los mejores delanteros de la categoría, como diría Alejandro Sanz -que viene bien en esto de las comparaciones- siempre es de noche.

 Decepción de los jugadores sevillistas en el derbi Sevilla-Betis.
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La toma de decisiones, el cúmulo de las mismas, ha convertido al Sevilla, a un equipo admirado, en un conjunto no solo con "características" -como decía Matías Almeyda- inferiores a sus rivales, sino que también, como se dice en Andalucía, es desgraciao y, como consecuencia, le suceden cosas de desgraciao. Y lo digo con el máximo respeto y con el argumento de que el cúmulo de "errores groseros" que han ido torpedeando lo bueno, o lo menos malo, que tenía Matías Almeyda no es algo nuevo en Nervión. Es una eterna noche, es un no importa el nombre, la edad o la procedencia, que alguien se acabará equivocando si lleva la camiseta blanquirroja. Es imposible, repito, imposible, contabilizar la suma de errores, despistes, pases atrás al vacío, pérdidas incomprensibles, desmarques erróneos, faltas de entendimiento, despejes cortos o malas interpretaciones, que ha sumado el Sevilla durante los últimos años. Imposible. Son decenas. Lo sucedido ante el Betis, por mucha indignación que pueda provocarle a Matías Almeyda -algo totalmente lógico- lo sabían, o lo predecían, miles de sevillistas desde el primer minuto. Porque nadie debe olvidar que en ese resquicio de las ideas de García Pimienta que exhibió el Sevilla ante los béticos, antes de Batista Mendy, fallaron Juanlu Sánchez y Marcao, pero los de Manuel Pellegrini podían permitirse el lujo de perdonar. ¿La razón? Sabían que se volverían a equivocar. Dijo hace unos meses Raphinha aquello de "son malísimos" al jugar contra el Sevilla. No será el que escribe, que técnicamente era más que cortito, el que cuestione la calidad de jugadores élite, pero sí me atrevería a decir que ellos forman parte de un equipo desgraciao y si la suerte no cambia rápido, como bien canta el público sevillista, por la mañana saldrá el sol y después lo hará el aficionado blanquirrojo, porque ya lo saben; si te quieres divertir... mejor no vivas una noche en Nervión.