La Champions tiene un precio para el Athletic, pero no va de hacer turismo

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Ernesto Valverde se desgañita ante el Borussia en la Champions.. Athletic Club
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BizkaiaPelea constante para terminar cuartos en LALIGA EA Sports. Se consiguió. El Athletic Club se metía en la UEFA Champions League luego de una larga espera de once años. Y ahora qué hacemos. Turismo, invadiendo los campos de Europa. Y escuchar el himno de la máxima competición en San Mamés. Dos partidos jugados, sin embargo. Sendas derrotas. La última, este miércoles, ante el Borussia de Dortmund. Tan abultada como engañosa. En sala de prensa, me quedo con la advertencia de Ernesto Valverde de cara a la competición doméstica: "El partido frente al Real Mallorca es importantísimo". Como si nos quisiera recordar aquel descenso del Atlético de Madrid caliente aún una temporada memorable. Kontuz. Cuidado. No nos metamos  en un lío del que no podamos salir. Play House. Todo a la liga en el casino de San Mamés. Solo así se entiende el once que presentó Txingurri ante el Borussia, un equipo que, de los últimos 18 partidos Champions disputados en su feudo tan sólo había concedido una derrota.

 El central del Athletic Club Aymeric Laporte se lamenta de un gol con Rego y Aitor Paredes ante el Borussia de Dortmund.
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Entre el banquillo y la enfermería, las ausencias de Jesús Areso, Aymeric Laporte, Yuri Berchiche, Galaxy, Alex Berenguer, Oihan Sancet, Nico Williams y Guruzeta.

Prioridad a la liga. Como si el míster del Athletic le hubiera visto las orejas a un lobo que al mundo athleticzale se le esconde.

Comienza el choque. La diversión. La segunda sesión festiva. La primera, frente al Arsenal, saldada con la victoria de un equipo inglés que no necesitó sino mantenerse atento en el juego de la espera. Y de repente, un estadio fetiche con casi 4.000 almas zurigorris que, acostadas en una cama, habían llegado volando. Qué grande es este Athletic Club. Siempre fiel. Creyente. Fe ciega en la victoria de su equipo. Aunque al campo salten Gorosabel, Lekue, Alex Rego, Robert Navarro y Maroan Sannadi. La mirada está en el verde, no en el banquillo. Como si vestirse la zamarra zurigorri fuera suficiente. El escudo en el pecho y unos pantalones blancos horrorosos.

 Este es el once que sacaba Ernesto Valverde ante el Borussia Dortmund en la Champions League (Foto:
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Un once B, o C, o D. Aún así, con tanto ausente, la disposición táctica impuesta por Txingurri es suficiente para que el juego del Borussia me resulte rudo, vulgar, simple, anodino. Mucho ruido previo y apenas nueces a la hora de la verdad. Como si el Muro Amarillo fuera una invención. Tuvo que regalar por enésima vez espacio la banda de Lekue para que el Borussia progresara hasta el gol. Del demérito visitante la escueta ventaja del local... El (2-0), apenas iniciada la segunda mitad, era un amago de cierre del partido. Saltaron al campo Galaxy y Guruzeta. Dos piezas que desbarataron el exagerado potencial del equipo alemán. Guruzeta, rompiendo la pelota con rabia, metió el miedo en el cuerpo de una afición que empezó a silbar a su propio equipo.

 Unai Gómez la lleva lucha ante el Borussia en la Champions League.
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Por la banda izquierda, el Athletic amenazando. Robert Navarro la tuvo de lujo. A Guruzeta le quitaron el balón cuando se aprestaba a golear con el interior total de su pie derecho. Habría sido el empate. Lo que el juego del partido dictaba. Hasta que una pelota cambió su rumbo errado para engañar a Simón y traicionar al Athletic.

El cuarto gol no era de recibo. Del mismo modo que participar en un torneo en el que Valverde no puede alinear a su once de gala. Porque no hay plantilla para competir en cuatro sitios al mismo tiempo.

 Unai Simón saluda a los aficionados en Dortmund en la Champions League.

Mis sospechas sobre Maroan Sannadi se van cumpliendo... Porque, valga el ejemplo, y aunque me duela decirlo, un ariete como Maroan Sannadi chirría ocupando el espacio que dejó ausente Aritz Aduriz. He seguido muy de cerca sus movimientos. No es jugador de primera división. Mientras Valverde repudia a Unai Vencedor, le sigue dando galones a Maroan. La Champions sigue. Con el himno, las derrotas, y unos beneficios económicos que desconozco. • Por Kuitxi Pérez García, periodista y exfutbolista