Almeyda debuta en el Sevilla perdiendo contra un segunda división de Inglaterra (1-3)
El Birmingham sentenció el partido en la primera mitad
La puesta en escena de Almeyda deja mal sabor de boca
SevillaPor si no fuese suficiente con la crisis que asola la entidad y los pésimos resultados que aún colean de las dos últimas campañas, la nueva, lejos de empezar ilusionando, ha nacido de la peor manera posible. Con una derrota ante un equipo de la segunda división inglesa. El Sevilla FC cayó derrotado este sábado en su primer amistoso del verano nada menos que ante el Birmingham (1-3), que recién ha ascendido a la Championship. Un compromiso en el que de nada valía el resultado, a un mes del pistoletazo de salida liguero, pero en el que sí cuentan y mucho las malas sensaciones sobre todo en la faceta defensiva.
Los errores defensivos condenan al Sevilla FC
Y eso que Matías Almeyda puso en liza un once muy reconocible. Con cuatro jugadores del filial, pero con futbolista que presumiblemente tendran un rol protagonista en esta campaña como Alfon, Isaac Romero o Rubén Vargas entre otros. Lejos de mostrar personalidad, volvieron los fantasmas de antaño. Poca efectividad arriba y una pasividad defensiva terrible. El gol inicial llegó a los diez minutos de partido. Un descosido tremendo en el centro del campo habilitó la llegada al corazón del área de Anderson, que aprovechando la falta de entendimiento entre la pareja de centrales batió a Álvaro Ferllo sin mayores complicaciones. Más grosera si cabe fue la jugada del 0-2. Un saque de esquina que empieza con un cabezazo atrás absurdo de Isaac Romero para habilitar a un rival, solo, en el segundo palo. A partir de ahí se generó un vaivén de errores entre la defensa, incapaz de despejar la pelota, y el guardameta, con una falta de autoridad absoluta en el centro del área. Demasiadas concesiones para un Birmingham que no perdonó.
La rabia de los jóvenes... y poco más
En el segundo acto Matías Almeyda movió el árbol. El técnico cambió por completo el equipo y se le vio una cara distinta a la plantilla, con jugadores como Idumbo o Januzaj intentando aportar algo distinto al partido. En la primera jugada tras la reanudación el Sevilla FC rozó el gol, con un disparo al palo del extremo belga que no pudo poner el broche perfecto a una gran jugada personal. Fue precisamente Stanis Idumbo el principal -y el único- activo del Sevilla FC en ataque, pasando por sus botas casi la totalidad del volumen ofensivo del equipo. El belga lo intentó en varias ocasiones y generó la mayoría de peligro de su equipo, sin suerte de cara a portería contraria. Tuvo ser Nico Guillén, canterano de 17 años, quien maquillase la imagen del Sevilla. Atento en la presión alta, robó un balón en el balcón del área y definió a las mil maravillas. Un gol que dio alas a su equipo, que por momentos rozó el empate... pero una nueva desconexión dinamitó sus opciones. En el 87', cuando más se lo merecía el Sevilla, Marc Leonard sorprendió a todos con un libre directo que se coló directamente por la escuadra de Alberto Flores, impasible al no esperarse ese lanzamiento ahí. Una jugada que acabó con las opciones de un equipo que comienza cuesta arriba su nuevo proyecto.
