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El Betis aún no ha llegado al 1/1 y sigue maniatado en el mercado

Haro, junto a Cardoso.. Kiko Hurtado
  • No alcanza el 1/1 pese a la salida de Pezzella

  • El Betis necesita vender para poder firmar

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SevillaEl Real Betis continúa atado de pies y manos en la búsqueda de completar la plantilla. El discurso filtrado a lo largo de los últimos meses de momento no se ha visto respaldado con la realidad y a pesar de las exposiciones públicas al respecto, la economía sigue siendo la que es. Y es que según ha podido saber ElDesmarque, aun con la salida de Germán Pezzella el club todavía no ha alcanzado la celebérrima regla del 1/1, por lo que los próximos movimientos de la entidad siguen condicionados a la necesidad imperiosa de vender y liberar masa salarial. Para el que no sepa cómo funciona. La regla del 1:1, impuesta por LaLiga hace unos años, es un mecanismo financiero que obliga a los clubes a gastar en fichajes solo lo que ingresan por ventas de jugadores y reducción de masa salarial. Es decir, si ingresases 10, podrías reinvertir 10. Si no lo alcanzas, solo puedes invertir un porcentaje de lo que ingreses. En otras palabras, el Real Betis solo puede fichar a nuevos jugadores si logra vender por un valor equivalente a los fichajes que pretende realizar. Esta medida se introdujo para garantizar la sostenibilidad financiera de los clubes, evitando que incurran en deudas insostenibles.

El Betis necesita más salidas

Ángel Haro explicó hace justo un mes que la regla del 1:1 "es dinámica" y que pensaban alcanzarla en el tramo final de mercado. La realidad es que a 8 de agosto se sigue sin agarrar. El Real Betis necesita alguna venta importante si pretende acometer alguna operación de envergadura, de ahí que, por ejemplo, no se haya podido cerrar aún el fichaje de Vitao, por quien el club hace malabares para encontrar una fórmula que pueda aceptar el Inter. Misma disyuntiva que existe con el delantero. Este problema viene siendo recurrente a lo largo de todo el verano y dificulta mucho los movimientos de la comisión deportiva, que ha paralizado muchas opciones ante la falta de recursos económicos. Ese escenario está provocando que el Real Betis se esté encontrando muchos obstáculos -con ofertas a la baja- a la hora de acudir al mercado o incluso apretar algo más en renovaciones como las de Ayoze. Por poner varios ejemplos, el Real Betis tenía un acuerdo verbal con Ladislav Krejci, pero el Girona vino a última hora con más dinero y se lo llevó. Lo mismo ocurrió con Javi López, ahora en la Real Sociedad. Se ofertó por Datro Fofana y Moukoko, pero las propuestas distaban mucho de las de otros clubes. Así mantiene también bloqueado el fichaje de Álvaro Valles, supeditado eso sí a la salida de Rui Silva.

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Para llegar, deberán salir...

Y eso que el capítulo de ventas no ha sido nada desdeñable. Solo en 2024 se han generado ventas por valor de casi 45 millones de euros. Salieron Chadi Riad, Abner Vinicius, Germán Pezzella, Willian José, Juan Cruz y Rober González, además de Luiz Henrique en invierno. Aparte se han liberado las fichas de Guido Rodríguez, Borja Iglesias, Claudio Bravo o Juan Miranda, entre otros. Una larga lista de movimientos que ni aun así ha corregido el desequilibrio económico. En cualquier caso, desde Heliópolis siguen transmitiendo tranquilidad. Una vez se valide la ampliación de capital el Real Betis al menos podrá solventar los problemas actuales con las inscripciones y poder validar en LaLiga los futbolistas que quedan sin inscribir, entre ellos Isco Alarcón, piedra angular del proyecto, o los fichajes. A partir de ahí, se seguirá trabajando en ventas. Todo, sin olvidar que a día de hoy tiene 24 fichas ocupadas. La ecuación es sencilla... Hay que hacer hueco. El Real Betis trabaja en varios escenarios y trabaja incesantemente para poder cerrar alguna venta en las próximas semanas. Si finalmente se acaba logrando, entonces podría llegar la ofensiva definitiva por el central y completar la plantilla con un delantero. El resto de movimientos, supeditados a más salidas. Los que entren por los que salgan. Una tesitura que complica y mucho los movimientos de la entidad, aunque se siga transmitiendo confianza en que todo se solventará antes del final de mercado.