Una realidad nacional

SevillaEl Sevilla FC vio este jueves cómo se le escapaba su última oportunidad de dar una alegría a sus aficionados en esta temporada. Cayó eliminado de la Copa del Rey ante un Atlético de Madrid superior, y también por la controvertida decisión de Hernández Hernández desde la Sala VOR de rectificar el penalti que había señalado su colega Jesús Gil Manzano. Después de la corrección del extremeño, llegó el pitido final y la confirmación de una nueva realidad para el equipo nervionense. Una realidad nacional que nada tiene que ver con geopolítica, sino con el futuro que le espera. En al menos un año y nueve meses, aunque quién sabe lo que puede deparar la caótica situación del club, el Sevilla no volverá a jugar un partido oficial fuera de las fronteras españolas. La ilusión con la Copa del Rey pasaba, de paso, por conseguir una nueva clasificación europea por esta vía, rememorando lo sucedido el pasado año, cuando un equipo que parecía desahuciado acabó alzando la UEFA Europa League y consiguiendo, nada más y nada menos, su cuarta clasificación seguida para la Champions League. Desde que Julio Baptista, con su recordado gol a Osasuna, metiera al Sevilla de Joaquín Caparrós en la Copa de la UEFA en mayo de 2004 -llevando a la afición a la Puerta de Jerez-, el equipo nervionense -que únicamente se había clasificado ocho veces para Europa hasta entonces- sólo faltó en una ocasión a su cita con el Viejo Continente. En la temporada 2011/12, año en el que había caído en la previa de la Europa League ante el Hannover 96, no pasó del noveno puesto, y se preparó para una 2012/13 sin partidos de enjundia continental. Aquel año también acabó noveno, ya con Unai Emery en el banquillo, pero una carambola le metió en la Europa League que acabaría ganando en Turín. La tercera.

En estas dos décadas, el Sevilla ha acumulado siete títulos de la Europa League y uno de la Supercopa de Europa, una clasificación para los cuartos de final de la Champions y cuatro para los octavos, así como cuatro eliminaciones en la fase de grupos, de las que una fue total y tres acabaron en repesca en la Europa League. También cayó en una previa en el verano de 2010. Además, en la Europa League ha alcanzado tres veces más los octavos de final, una los dieciseisavos, cayendo en un play off y en una fase de grupos. La debacle europea del Sevilla se firmó en otoño, quedando último en su grupo de la Champions, un grupo asequible, lo que le dejó fuera de Europa en primavera por primera vez en más de una década. Se ha confirmado con los rigores del invierno, pues aunque matemáticamente es posible, nada hace indicar que el equipo nervionense remonte los 19 puntos que le saca el sexto clasificado, la Real Sociedad, en los 17 partidos que quedan en LALIGA EA Sports. El Sevilla dirá adiós por un tiempo indefinido a las noches europeas, y el sevillismo a los carnets con fase de grupos o no. Solo una tipología de abono para LALIGA y ‘rezar’ para que alguna eliminatoria copera caiga en casa, algo que no sucede desde hace tres años. Es la nueva realidad nacional de un Sevilla que sólo llevará su nombre lejos de las fronteras españolas en amistosos y giras veraniegas. Una circunstancia que, no obstante, es secundaria en estos momentos ante la seria amenaza de descenso que vive el equipo.