Las cuentas en el fútbol son claras: si no ganas, vas mal. Puedes ir regular, pero lo normal es que al final acabes mal. Y no quiero decir que el Real Betis vaya a acabar mal, porque otra vez mereció ganar, pero no gana. Y si no ganas... Otra vez a remolque ante un equipo ramplón. Otra vez media ocasión para sufrir un gol. Y si encima fallas ocasiones claras... Está claro que el Betis fue mejor que el Éibar pero habría que preguntarse qué es ser mejor que el rival. Porque vale de poco. Miren la clasificación, los puntos y a ver cuántos béticos están contentos de ver a su equipo más abajo que arriba. A algunos les valdrá con eso de ser mejores, de merecer más. Así el Betis no va a lograr el premio que quiere. Resulta hasta sorprendente pero los números son claros. Y los partidos están ahí. Qué difícil es ver a este Betis por delante en el marcador, aunque tenga ocasiones para ir ganando hasta con la relativa facilidad. Le pasó de nuevo ante el Éibar, a pesar de un inicio titubeante pero con una hoja de ruta clara: el peligro estaba en los espacios que dejan los laterales. Álex Moreno lo vio claro y también Joaquín, aunque esta vez sin premio. Porque el Betis se fue al descanso con un resultado adverso sin recibir jugadas de peligro del rival. Mucho nerviosismo en cada ataque o en cada contra, eso sí, pero Joel Robles era un espectador más. Todo lo contrario que Dmitrovic, que sacó una mano genial a Loren cuando ya era gol. Antes el 1-0 estuvo en las botas de Álex Moreno, con un pase espectacular del marbellí. El extremo se hartó de balón. La polémica tampoco falta en los partidos de este Betis. Siempre hay algo. Siempre pasa algo y pocas veces favorecen al Betis. Bueno, luego sí dio la razón al Betis. No digo que el árbitro errara en el gol que marcó Borja Iglesias porque el balón había salido antes pero tampoco vio una posible falta de Escalante a Canales previa al penalti del cántabro. Otro penalti en contra, otra desaplicación defensiva. Orellana, que le ha cogido gusto a tirar penaltis en el Villamarín, volvió a no fallar. Y antes del descanso hasta el Panda, que no está como se esperaba de él, porque se espera mucho, estuvo cerca de igualar el choque. Era lo mínimo que merecía el Betis, pero el fútbol no está lleno de merecimientos. Los pitos entre al árbitro y a los jugadores decían mucho. Otra vez el Betis y su gente tenían que remar a contracorriente. Pero este Betis tendrá sus cosas malas pero aguanta el tirón a su forma. A arreones, se mete en el partido, esta vez también por demérito del Éibar. La entrada de Fekir (¡qué bueno es!) dio más verticalidad al Betis pero el empate llegó a balón parado. Una falta que cabeceó Borja Iglesias y remató Loren. Bueno, el árbitro pitó fuera de juego pero el uso del VAR esta vez dio la razón al Betis. Por los pelos, por un número del pie, pero fue gol. A la espera del arreón final, porque aún había tiempo, el Betis se volvió un poco loco para atacar. Las delicias de Fekir no eran suficientes, Emerson desperdició una contra letal y se llevó la reprimenda de cinco compañeros. Porque el gol cuesta y menos mal que el Betis tiene a Loren. Pero lo que más le cuesta al Betis es ganar. Y si no ganas... Todos los resultados en https://resultados.eldesmarque.com