Otro entrenador para Joaquín

Ahora sí, que había todavía alguno echando cuentas. El Betis está fuera de Europa. El Betis está fuera de todo. Y si no lo ha estado antes es por demérito de sus rivales. Vaya temporada que ha tirado el Betis de Quique Setién. Pero el bético se fue a casa con una sonrisa gracias a Joaquín. Aunque no valga, sí vale. Joaquín, siempre Joaquín. Vean, graben y guarden el golazo del portuense en el último segundo. O su primer gol. O sus regates. Joaquín, el que va a la Feria, el de los chistes, es de los mejores jugadores que van a ver los béticos. La temporada que viene, si tiene un nuevo entrenador, a lo mejor se sale. Porque Joaquín tiene cuerda, es un crack. Y con un Betis de verdad, en todos los sentidos, es mucho mejor. Y eso que Joaquín va a muerte con Setién. Se abrazaron en el primer gol y le dedicó el segundo. Pero este Betis con Setién no ha funcionado este año, con todo lo que había para funcionar. A lo mejor un cambio le duele a Joaquín. O no si sigue rindiendo como hasta ahora. No había mucha chicha en el partido y cómo sería la historia que muchos béticos se quedaron en sus casas. O en la playa. Por mucho que alguno quisiera repetir las cuentas de las opciones europeas. Alguno dirá que los que no fueron al estadio no son béticos. Pues eso. Este año se ha creado hasta mal ambiente en la grada, con pitos al entrenador pitados por otros. No es una guerra civil, pero se parece. Es lo que se han buscado en el club. Y a falta de una decisión, es lo que habrá si sigue Quique Setién en el banquillo. Porque el Betis ha frenado su crecimiento, más bien ha bajado, a pesar de acumular kilos de calidad y millones de euros sobre el campo. El problema no está en el césped. Bueno, algún problema sí hay también. Sobre el césped el Betis quiso dar una alegría a su gente para despedir la temporada. Pedir una goleada ya hasta se ha borrado de los béticos, pero al menos ganar sin sufrir. Ni así. Sí apareció Joaquín para marcar un buen gol de cabeza tras un centro de Junior. La celebración acabó en cánticos contra Setién y en un abrazo del portuense con su entrenador. Joaquín siempre ha estado con su entrenador.
Del lío al golazo
El calor afeó el choque, que ya era feo de por sí. Y el Huesca hizo algo para pelear el resultado. Hasta ganó la posesión en la primera parte, de la que se fue ganando el Betis gracias a un tiro al poste de Melero. El mano a mano de Tello en la última acción pudo ser la sentencia y dejar una segunda parte tranquila, que no de fiesta. Porque el Betis, ni los béticos, están para muchas fiestas. Y decíamos que este Betis es incapaz de tener un partido tranquilo. Tras el descanso, el Huesca logró el empate gracias a un penalti de Juanpi, después de una interminable decisión del VAR y en la televisión. El gol no espoleó mucho al Betis, que estaba para poco ya. Menos Joaquín, el único que tiró de casta y calidad. Un jugadón por la derecha no acabó en gol de Loren por un paradón de Jovanovic. El partido se paró una y otra vez, entre la expulsión de Pulido a la segunda, el minutito para beber y los cambios. Más pitos para Jesé, que desperdició una clara ocasión. Pero en el último suspiro apareció Joaquín. Vaya golazo para levantar a la gente de sus asientos. Para apoyar de nuevo a Setién. Para pedir perdón. Joaquín sabe que las cosas no se han hecho bien este año y que los béticos merecen un Betis mejor. Si a alguien le duele el Betis de los que mandan, que tomen decisiones de verdad. La puerta está abierta. El que salga, si es que alguien sale, que la cierre.