Dos semanas para esto
Así es imposible ir a Europa. Ni punto ni leches. Da igual. Así el Betis no va a ningún sitio. Bueno sí, a firmar una temporada mediocre, a quedar en la zona media de la tabla cuando tiene para mucho más. Cuando el día era ganar y avisar a los rivales. Cuando el Rayo Vallecano, con entrenador nuevo, huele el miedo a distancia. Pero no. Este Betis sacó un punto como si le diera igual. A lo mejor eso es el problema. Porque da la sensación de que los jugadores, con cero intensidad, llevan un tiempo sin creer en lo que hacen. El mérito de Quique Setién para ir a Europa la pasada temporada ahora no aparece. Y ahí está el lío. Era lo único que hacía sonreír pero ya ni los buenos de verdad están a su nivel. Y da la sensación de que lo que queda por delante es más de lo mismo. Que se ha llegado ya al tope con Setién. La primera parte del Betis fue lamentable. Dos semanas preparando un partido y ver esto. Muy fuerte, muy gordo. ¿Acaso no sabían lo que iba a hacer el Rayo? Incomprensible. Lamentable. El Rayo no se fue al descanso con una goleada por ser el Rayo. Con resultados de rivales ya sabidos, con el Rayo con la soga al cuello y llega el Betis a Vallecas a hacer el ridículo en la primera parte. Una vez más. La suerte del Betis fue ese 1-0 al descanso. Buen gol de Raúl Tomás, gran centro de Bebé. Demasiadas lagunas en la zaga del Betis. Mandi no pudo pillar a Bebé, Bartra y Sidnei corrieron un sitio y Tello estaba a 10 metros de la jugada. Toda esta mezcla dio el gol del Rayo. Un gol que pudo llegar mucho antes, pero menos mal para el Betis que Pau López, por aquello de no tener un rol diferente a sus compañeros, sí estuvo a buen nivel. El propio Raúl de Tomás y Álex Moreno ya estuvieron cerca de marcar. Era cuestión de tiempo de que el tanto local llegara, a ver si así el Betis cambiaba su desgana, su falta de hambre y se quitaba de encima esa forma de jugar que, ahora mismo, es una auténtica vergüenza. Y la vergüenza continuó, porque la segunda parte fue igual. Incluso con los mismo protagonistas. Raúl de Tomás cabeceó fuera y luego quiso hacer el gol de su vida para terminar rematando flojo y mal. Era la sentencia y el Rayo no sentenció, para bien del Betis.
El empate
Por lo que sea, pero no por méritos del Betis, el partido cambió. El Rayo se quedó sin fuelle y el Betis empezó a tocar más. No es que fuera una máquina, pero sin querer el partido se fue al área del Rayo. Porque el Rayo tenía área y portero. Y hasta defensas. Mandi hizo el primer remate, lejano, pero primer remate, si no contamos un disparo a uno por hora de Joaquín en la primera parte. Fue el inicio de unos minutos decentes del Betis, que valieron para al menos firmar el empate. El balón llegó a Tello, como extremo, y su remate fue desviado lo justo por Tito. Con el Rayo dolido, el Betis quiso pero no pudo. Tampoco supo. Es imposible pelear así por un reto importante, Europa no da permiso a estos equipos. Y así, este Betis, mejor que sueñe con formar otro proyecto la próxima temporada. Que decidan los que tengan que decidir.
