Este Betis no está para locuras

El Betis no está para mucho. Sopita y buen vino. Cuando vive en la tranquilidad, aparece el miedo. Cuando por fin gana con comodidad, se va del partido, no defiende y se mete en un lío. En un serio lío. Porque ir tras 11 jornadas en el puesto 14, con ese presupuesto y esa plantilla, es para que más de uno se lo haga mirar. Sobre todo su entrenador, que no supo parar el partido cuando empezó a oscurecerse, sin cambios elementales ante un rival que era pescado en blanco hasta ese momento. Porque el Betis no rescató un punto por el gol de Canales, que también, sino que perdió la oportunidad de quitarse de encima los males ligueros. Todavía están ahí, tras cuatro partidos sin ganar y el Camp Nou en el horizonte. Lejos de lo soñado, con muchos problemas encima. Esta vez incluso falló la defensa, la única que había dado señales de esperanza en este tramo inicial de la temporada. La primera parte fue rara, porque el Betis se sintió bien desde el inicio pero el Celta asustó. Emre Mor tuvo dos ocasiones como Canales y Lo Celso, que se encontró con un paradón de Sergio tras un taconazo de Loren. Pero para sustos un gol anulado al Celta por fuera de juego. Ese minuto de espera por el VAR fue de miedo, como si Halloween no hubiera acabado. Y del 0-1 posible se pasó de repente al 1-0. Esa acción provocó un saque espectacular de Pau López después de las dudas en la grada por la tardanza, sobre todo cuando poco antes había errado en un inicio similar. Pero Pau golpeó en largo, donde había más espacios, donde Francis apareció casi por sorpresa con un control y orientación también espectaculares. El balón cayó en los pies de Lo Celso y el argentino es pura fantasía. Sin pensar, le devolvió el taconazo a Loren. El marbellí se quedó solo delante de Sergio y no falló. Llevaba mucha rabia dentro Loren para que se le escapara esa ocasión. El gol fue casi éxtasis en el Villamarín. Nadie recordaba cuándo fue la última vez que su equipo hacía un gol en la primera parte y también en la portería de Gol Sur. Y dio alas a los pupilos de Setién. Una presión brutal permitió a Canales oler el 2-0, pero su disparo acabó en el poste. Hubiera sido un golpe casi definitivo para el Celta.

Remontada y respiro

Tras el descanso el Betis vio el camino abierto hacia la victoria con un gol de Junior tras una buena jugada de Guardado. Poco antes Loren casi firma el gol de los últimos años, con un disparo desde 50 metros que se marchó por poco. Pero el choque cambió de repente, con la entrada de Maxi Gómez. Primer centro al área bética, remate y gol del uruguayo. Bartra pudo hacer mucho más en esa jugada. Y tras el 2-1 se formó el lío en la banda. Entre Marcos Álvarez y el preparador físico del Celta acabó con los dos expulsados y el Betis perdido sin rumbo. El cachondeo en la grada llevó al 2-2, obra de Brais Méndez. Al Betis se le iba el partido por no saber jugar con el marcador a favor. Y fue a peor. El Celta siguió creyendo y Maxi Gómez volvió marcar. Increíble pero cierto. El partido entró en la locura, aunque el Betis reaccionó rápido. Golazo de Canales de falta para calmar (algunos) ánimos. Empate. Había tiempo... para que Aspas mandara una falta al larguero y Juncá fallara a puerta vacía. El correcalles no valió al Betis, que no encuentra su sitio en LaLiga Santander. La bronca final bien pudo ser para el árbitro por das tres minutos de prolongación, al equipo o al propio Setién. Qué manera más tonta de no ganar un partido. Y aunque haya que mirar las cosas con perspectiva, como siga sin ganar....