Noviembre, segundo aviso
El Betis está metido de lleno en una semana que puede servir para afrontar el futuro con ilusión o que deje un golpe importante en el vestuario y en Quique Setién. Tres partidos de mucho nivel en pocos días para seguir un mes de noviembre que ya el pasado año fue negro. Muy negro. De hecho, el equipo de Setién encadenó en esa fecha, además de contar los últimos partidos de octubre y los primeros de diciembre, siete encuentros sin conocer la victoria, algunos de los cuales con una imagen paupérrima y varios bochornos que dejaron al técnico cántabro con el futuro en el aire. Y aquella vez sin jugar en competición europea.
El Betis firmó la pasada temporada un noviembre negro, con dos empates y dos derrotas bochornosas ante el Éibar y el Cádiz en la Copa del Rey
En aquel noviembre el Betis sumó dos empates (Getafe y Girona en el Villamarín) y dos derrotas, pero estas últimas que jamás serán olvidadas por sus aficionados (5-0 en Éibar y 3-5 en la vuelta de la Copa del Rey ante el Cádiz). En esta ocasión ha empezado con una victoria en la competición del KO gracias al 0-1 en Santander, aunque la imagen no fue la esperada. Ahora aparecen en el horizonte antes del tercer parón de la temporada por los compromisos de las selecciones el Celta, el Milan (Europa League) y el Barcelona (Camp Nou). Tres envites de nivel que pueden elevar la moral o meter en peligro, sobre todo en LaLiga Santander, a los verdiblancos. E incluso el propio Quique Setién quedaría tocado a las puertas de otros partidos vitales en diciembre. Fue ya en la recta final del 2017 cuando el Betis de Setién comenzó en remontar el vuelo hasta firmar una de las mejores temporadas de los últimos tiempos. Pero hasta ese momento, aquel mes de noviembre, el color que predomina en Heliópolis era gris oscuro, casi negro.
