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Desde la pasada junta de accionistas se viene hablando del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Del Nido aseguró que uno de sus proyectos era realizar una estadio nuevo, mientras que varios accionistas le solicitaron a Castro una reconversión necesaria del coliseo nervionense. Mientras el equipo está pensando en terminar LaLiga Santander de la mejor manera posible, la idea de transformar el estadio de La Cartuja en la casa del Sevilla es un proyecto que ya se puede palpar visualmente. La empresa Atienza Design ha exportado el proyecto realizado en el Wanda sobre el antiguo recinto de La Peineta, y ha elaborado una remodelación del Estadio Olímpico de Sevilla retirando las pistas de atletismo, hundiendo más el césped y añadiendo una grada baja que sumaría 20.000 asientos más para llegar a un aforo total de 70.000 espectadores, indica Diario de Sevilla.Los autores de este proyecto afirman que los asientos actuales pasarían de 60.000 a 50.000 y que el color ocre de los mismos se tornaría rojo intenso. Dentro de la hipotética obra se plantea una remodelación de la cubierta, al estilo del nuevo San Mamés, nuevos vestuarios, museo del Sevilla, construcción de las oficinas del club y un túnel de acceso al campo.Puedes consultar todos los detalles del posible estadio aquí. Todo este rediseño del estadio iría acompañado de la colaboración del Ayuntamiento para mejorar los accesos de la SE-30 y SE-20. Además, en los aledaños del estadio, la idea sería sumar la construcción de un recinto de ocio con locales de moda, variada oferta gastronómica, tiendas oficiales y un enorme Gym&Spa que supondría una fuente de ingresos para el club. Esto implicaría la integración del Parque del Alamillo. Por otro lado, a esta macro-obra se le añadiría un parking subterráneo de 10.000 plazas de aparcamiento, 2.500 por cada grada.Esta adaptación al fútbol del estadio de La Cartuja tendría un costo de 145,2 millones de euros y un mínimo de 124 para la obra total, incluido la zona comercial, el parking subterráneo y la reestructuración de accesos. El Sevilla tendría que abandonar el estadio Sánchez-Pizjuán, cuya venta rondaría los 160 millones de euros. De esta forma, el club acabaría con el aforo limitado que tiene en estos instantes y podría vender más entradas y más abonos, algo imposible con las dimensiones actuales del Sánchez-Pizjuán.
