Unos peces llamados Itu y Sanjo en el Wanda

Asís Martín 18 FEB 2018 - 18:06h.

La encuesta realizada esta semana en ElDesmarque Bizkaia daba un 70% de opciones de 'palmar' al Athletic Club en un Wanda Metropolitano aún virgen de derrotas, y eso que se hizo después de vencer 1-3 en Moscú. Lo cierto es que la empresa de batir a los de Simeone no era fácil y no lo ha sido este domingo, en el que vía 'cagadón' se ha caído ante el Atlético de Madrid por (2-0) con goles de Gameiro y un Diego Costa que perfectamente pudo ser expulsado. Disgusto aparte, lo que queda claro es que el técnico navarro se juega todas sus cartas por Europa. Visto que no bajas a Segunda ni jugando con una pierna atada, -este año igual con 35-36 puntos se salva el corte-, la Europa League es el mantra que se repite en Lezama pese a los triunfos de Real y Alavés o que el choque ante el Málaga hay que ganarlo sí o sí. Llegar lejos en UEFA puede salvar el curso y quien sabe si también la silla del míster de Larrainzar cara a su segunda campaña en el primer equipo. Hoy, desde luego no hizo méritos, se salió descaradamente a verlas venir por si se agarraba un cero cero, pero eso es soñar con mucho bingo ante el segundo clasificado. 

Ante las ausencias de Yeray, Mick Jagger y Keith Richards, léase Aduriz & Raúl García, el once del Cuco Ziganda presentaba una auténtica revolución, dejando claro que los partidos claves eran los dos de UEFA, el de Moscú y el de este jueves en San Mamés, hubo que cambiar sobre la marcha de plan. Se optaba por realizar 8 cambios con respecto a Rusia, tan solo repetían Lekue, Susaeta y Williams, amén de apostar por un centro del campo reforzado y un par de liebres arriba... que no dispararon ni una sola vez a Oblak. Luego veremos cómo se tiró todo por el desagüe merced a un error increíble de dos veteranos como Iturraspe y San José que jugaron tontamente al 'No me chilles que no te veo', pero el inicio no dejó dudas. El Athletic no la olía mientras los colchoneros buscaban una y otra vez las esquinas de Lekue y Saborit con una velocidad vertiginosa que sin embargo se esfumó en poco tiempo. Que el de Deusto se resbalara en el primer minuto fue un presagio funesto, pero se fue entonando, al igual que Núñez con Diego Costa y pese a un peligroso balón parado de Giménez el equipo se estiró en alguna contra, atajada eso sí, antes de llegar a Oblak.

Se iba calentando el ambiente con el trencilla palentino que no pitaba nada, se le pidió un penalti al fiero Diego Costa y otro a Williams, se entraba fuerte en el Metropolitano como se esperaba, teniendo contratiempos físicos San José, Merino, Martínez o el mismo Iñaki, ya que Correa tiraba de tacos con 'alegría' y el gladiador de Lagarto estaba en todas las trifulcas. Lo esperado. Pero los vizcaínos no se arrugaban, fueron creciéndose conforme el Atlético perdía gas viviendo minutos realmente tranquilos rumbo al descanso, quitando alguna liada en la salida de balón de Susaeta o Saborit la verdad es que no se volvieron a pasar apuros en un primer tiempo bastante mejor de lo esperado para los leones. Es más, hubo incluso un par de remates de San José y de Williams antes de irse a la merecida toma de oxígeno en el vestuario.

Con el relevo de Godin por Lucas se encaraba la segunda parte con la sospecha de que los madrileños iban a dar una vuelta de tuerca. No se sabe si la falta de ritmo del primer periodo era por confiarse, pero el cabreo de Simeone era palpable, ya que con solo estar firme y puesto el Athletic no sufría. Y cuando llegó algún remate (volea de Costa) Kepa estaba en su línea de seguridad sobria bajo palos. El Cholo aumentó su apuesta ofensiva con Gameiro mientras los vizcaínos echaban el cerrojo de forma peligrosa. Ya que había que aguantar media hora sin pasar casi de medio campo, por lo que Ziganda optó por tirar de Iturraspe en una tarde en la que a Núñez le dieron más golpes en la cara que a un rival de Kerman Lejarraga en un combate. Antes de que saliera De Marcos una increíble pifia entre San José e Itu acabó en el tanto de Gameiro a pase de Griezmann, un error casi de multa. Habían tirado el partido por la borda. Tal cual.

Con el marcador en ventaja todo pintaba a la habitual agonía ante el Atlético. No te dejan jugar, no hay ritmo, por lo que daba pena como se había fugado todo el esfuerzo hecho hasta ese momento. Con Córdoba, por fin, como último cambio se encaró la recta final de un choque que de antemano pintaba fatal, luego nos hizo ilusionarnos y acabó como se esperaba, con el segundo tanto obra de Costa tras una mala medición de Unai Núñez y 'otra' de San José cuando ya estaban desnortados los vascos. Derrota cantada, y a pensar en Spartak y Málaga, dos partidos sin margen de fallar.