Maxi Gómez regala los tres puntos al Celta
Así lo vivimos, Real Sociedad-Celta
Escucha los goles del partido
El Celta suma su cuarto partido sin perder, 10 de 12 puntos que permiten a los vigueses soñar con Europa. En un partido jugado de tú a tú ante la Real, la mayor efectividad de Aspas y Maxi Gómez permite a los de Unzué regresar con una victoria balsámica y esperanzadora. A cámara lenta comenzó el duelo entre vigueses y donostiarras en Anoeta. Un fútbol parsimonioso en el que los pupilos de Eusebio gozaban de la posesión de la pelota en su campo. Alguna tímida internada de Odriozola rompía el tedio inicial mientras la afición blanquiazul cuestionaba a los suyos con los primeros silbidos. Un comienzo que no hacía prever la locura posterior. Sin la pelota el Celta esperaba agazapado una contra, que no tardó en lanzar Iago Aspas. El moañés buscó a Maxi Gómez, antes del minuto cinco, con un pase en profundidad que no acertó a rematar el joven ariete uruguayo. Todo el peligro realista llegaba por el costado diestro, donde Odriozola era un extremo más.
Mallo permite el gol de William José
Un centro del veterano Xabi Prieto acababa en el fondo de las mallas celestes tras un cabezazo de William José, el ariete brasileño le ganó la partida a Hugo Mallo y remató a placer para abrir el marcador en el minuto 10. Los de Unzué buscaron una respuesta inmediata en un centro de Aspas que no encontró quien pudiese definirlo. Tras el tanto realista los celestes tomaron el control del esférico, Iago Aspas seguía siendo el hombre más peligroso de los vigueses. En una pared con Jozabed acabó asistiendo a Maxi Gómez, pero de nuevo, el delantero estuvo poco afortunado. Su disparo, desde el punto de penalti, tuvo muy poca potencia lo que permitió a la zaga donostiarra despejar el balón.
Dos penaltis en tres minutos
Empató el Celta de penalti, en el 21, Kevin Rodrigues corría en paralelo con Hugo Mallo. El capitán celeste comete una clara falta sobre el lateral zurdo, pero Mateu Lahoz señaló una mano previa del defensor local. Aspas, en esta ocasión, no perdonaba y batía a Rulli con un disparo por el medio de la portería. Sin tiempo para celebrar el empate Mateu Lahoz pitaba otra pena máxima, en esta ocasión en contra de los vigueses. Lobotka agarraba, dentro del área pequeña, a Canales. William José era el encargado de desnivelar el encuentro pero su disparo acabó estrellándose en el larguero. Los olívicos sobrevivían gracias a los latigazos de Aspas, porque la batalla del mediocampo la habían vuelto a perder y era la Real quién marcaba el ritmo del encuentro. Un robo de Aspas permitió a Pione Sisto tener una bclarísima, que inexplicablemente, estrelló en el cuerpo de Rulli. El rechace cayó en Maxi Gómez, que en su tercera oportunidad del choque pidió penalti por las manos de un rival. El encuentro era un corre calles donde el Celta no se encontraba cómodo por lo que realentizaba el juego en cuanto era el dueño de la pelota, algo que logró en el tramo final de la primera mitad que terminó con las tablas en el marcador gracias a una parada de Rubén Blanco a un cabezazo de Jozabed, muy desacertado en su despeje.
Dormidos tras el descanso
No salió bien el conjunto vigués tras el paso por los vestuarios, encerrado en su campo se encontraba a merced de la Real que buscaba con ahínco la meta de Rubén. Sólo la falta de acierto Txurri Urdin permitía a los de Unzué mantenerse en el partido incapaz de superar la línea de mediocampo en los primeros diez minutos. Una contra de Aspas, derriba por Zubeldia, reactivo al Celta, que hasta el momento no había comparecido en la segunda mitad donde Odriozola seguía siendo un problema mayúsculo para la zaga olívica. Hasta el 60 no hubo nada que reseñar del ataque celeste, momento en el que un centro de Wass estuvo a punto de encontrar a Jozabed, que se disponía a rematar desde la frontal.
Radoja entra a escena
La falta de control del juego obligó a Unzué a modificar su medular dando entrada a Radoja por un desacertado Jozabed. Si el entrenador celeste buscaba igualar la batalla en el mediocampo, Eusebio redoblaba su apuesta ofensiva con la entrada de Oyarzabal y Januzaj. La entrada del serbio dio otro aire al Celta, con él en el campo se recuperó la posesión tomando el control del juego y disfrutando de la pelota. Sin profundidad, pero con el esférico en sus botas, logró ponerse por delante en el marcador gracias a una acción a balón parado.
Maxi se cita con el gol
El encuentro estaba bajo control, el Celta se acercaba, de forma tímida a la meta de Rulli. Tras una falta de Wass la pelota acabó marchándose por la línea de fondo. De nuevo Wass era el encargado de botar el balón, en esta ocasión buscó un centro al primer palo donde apareció Maxi Gómez. El delantero, en un gran movimiento sin balón, se situó completamente sólo en el primer palo. Ahí cabeceó el centro de Wass al fondo de las mallas para que el Celta diese la vuelta al resultado. El tanto hundió a la Real y el Celta, con Iago Aspas de protagonista, pudo sentenciar el duelo. Unzué sustituyó al héroe de Anoeta dando entrada a Cabral, la Real buscaba, con más corazón que cabeza el empate ante un Celta, que esta vez sí estaba bien plantado sobre el césped. Los minutos finales, a pesar de lo ajustado del marcador, no depararon sobresaltos y permiten al Celta acabar la jornada en séptima posición.
Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com
