Que nadie entierre a este Valencia
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Zaza vuelve a marcar después de un mes
El Valencia CF venció con sufrimiento al Celta de Vigo a pesar de adelantarse en el marcador gracias a un gol de Zaza en la primera mitad. Los gallegos, un buen equipo, empataron en el arranque de la segunda y Parejo, de penalti, puso en franquicia a un conjunto de Marcelino que, sin brillar, fue mejor y ganó tres puntos de oro en su lucha por la parte alta de la clasificación. Gracias a esta victoria, el equipo supera el traspiés de Getafe. Que nadie entierre a este Valencia, que sigue segundo, muy vivo en la pelea y mete distancia con sus rivales. El Valencia saltó a Mestalla con Neto en la portería; una defensa de cuatro con Montoya, Gabriel Paulista, Vezo y Gayà; Carlos Soler, Parejo, Kondogbia y Nacho Gil en la medular y Rodrigo y Zaza en ataque. Tocaba reencontrarse con el triunfo en la húmeda y fría noche valenciana y cuanto antes mejor. Así, en el primer minuto, Vezo ya había estrellado el balón en el palo tras un saque de esquina. El Celta olía el reguero de sangre que el Valencia CF dejó desde Getafe y quería ahondar en la herida. Unzué adelantó las líneas y Maxi Gómez tuvo una buena ocasión en el minuto 5. Aspas, con libertad de movimientos, buscaba encarar a una zaga de circunstancias por las lesiones de Garay y Murillo; Sisto lo intentaba con peligro desde el lateral... El Celta proponía, el Valencia esperaba, y miraba hacia otro lado cuando Paulista cazaba a Jonny en el área. Penalti no señalado.
El Valencia se despereza y lo borda
Fue un espejismo. El Valencia se desperezó y, en una muy buena jugada de todo el frente del ataque, el balón le cayó a Pereira. Su remate, a bocajarro, lo sacó un defensa céltico. El belga, demasiado centrado, obligaba a escorarse a Zaza quien, en una buena jugada personal, puso a prueba los reflejos de Rubén Blanco en el 17. Los de Marcelino se entonaron y empezaron a desplegar su mejor fútbol combinativo. Parejo a las bandas, Rodrigo y Zaza recibiendo de espaldas, los laterales llegando y los interiores percutiendo. Así, Carlos Soler pudo marcar tras un buen pase filtrado de Rodrigo. Su disparo se estrelló en el lateral cuando Mestalla cantaba el gol. Las paredes y las ocasiones se sucedían, el tanto se mascaba y llegó de cabeza en el 27. Simone Zaza remató de forma impecable el enésimo saque de esquina que botó magistralmente Parejo. El córner había llegado precedido por otra gran jugada entre el ariete italiano y Gayà. El Celta quiso responder el gol y adelantó sus líneas y la presión. Por momentos encerró al Valencia en su área y, fruto de este trabajo, se hizo acreedor del empate. Sin embargo, el cabezazo de Aspas en plancha que llevaba marchamo de gol fue respondido por una magnífica estirada de Neto que salvó el gol en la línea. Superado ese trance, el Valencia siguió por sus fueros. Creando, generando ocasiones y dando la sensación cuando enfilaba el túnel de vestuarios que podía haber marcado algún tanto más.
No pudo empezar peor la segunda mitad. Cuando los dos equipos no se habían quitado ni el chándal, de nuevo una juagada por la derecha del ataque valencianista dejó un balón rebotado en el área que, tras dos rechaces, le llegó a Iago Aspas. El goleador español, libre de marca, no perdonó ante Neto. Fueron minutos de zozobra en los que Kondogbia pudo cometer un penalti sobre Wass, que Munuera no vio. Como tampoco vio un empujón de Zaza sobre Fontás.
Marcelino le cambia la cara al partido
Marcelino sacó a Nacho Gil para buscar algo más de tino por la banda de Carlos Soler y a Mina de refresco por un Rodrigo que se dejó la piel en el campo. El punta gallego, que siempre termina jugando, tuvo una clara ocasión en el 72 nada más saltar al campo, pero se le escapó el control cuando ya enfilaba a Rubén. Su presencia reactivó un partido que se había enfriado. Hasta Pereira, hasta el momento desaparecido, quiso poner su granito de arena en pos de la victoria. El Valencia había adelantado las líneas tras sestear veinte minutos y, con Zaza como punta de lanza, volvió a acercarse al área gallega y en una de esas aproximaciones Pablo Hernández pisó por detrás a Nacho Gil y el colegiado señaló penalti. Dani Parejo, con intriga, no falló desde los once metros e hizo el 2-1. El gol le dio alas al Valencia. A la contra, como se encuentra a gusto este equipo, pudo ampliar su ventaja. El Celta, a base de faltas, trató de parar el vendaval, pero cuando los de Marcelino huelen la sangre, ya no hay quien los pare. El traspiés de Getafe está olvidado y el equipo, con más oficio que acierto, se llevó tres puntos de oro y sigue segundo en la Liga.
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