Logo de Fútbol
Fútbol

Lo que quiera Banega

Banega celebra el primer gol del Sevilla ante el Málaga. (FOTO: Kiko Hurtado)
  • Así vivimos el Sevilla-Málaga

  • Escucha los goles de Banega y Muriel en ElDesmarque Radio

Compartir

El Sevilla FC ha conseguido una victoria más, la quinta en siete partidos de Liga y la séptima en once partidos oficiales. Casi nada. Un triunfo que, una vez más, se cuajó en la segunda parte, especialmente cuando salió al campo Éver Banega. El argentino sustituyó a un dimitido Franco Vázquez, al que el calor, su falta de físico, el sistema del Málaga o vaya a saber usted qué le convirtió en un lastre. Berizzo volvió a rotar a lo bestia, incluida la portería, dándole la oportunidad a David Soria tras su desafortunado debut en la primera jornada. Los números le dan la razón al entrenador argentino, y últimamente cada vez más las sensaciones, ya que el Sevilla, sin brillar, sí fue dueño y señor del choque y apenas sufrió. Hombres como Banega y N’Zonzi se quedaron en el banquillo, conformando un centro del campo novedoso con Pizarro, Krohn-Dehli y Franco Vázquez como faro del juego. Arriba, Muriel, con Navas a la derecha y Correa a la izquierda. En total, siete cambios en el once. Lo normal, al parecer, esta temporada. Además, la apuesta le ha vuelto a salir tan bien que apenas necesitó de unos minutos de Banega en el césped para asegurarse una de esas victorias que gustan a la hinchada nervionense. Saltó con ganas el Sevilla, con un destello de calidad de Muriel y un disparo peligroso de Navas arriba en los primeros 30 segundos, como para demostrar desde el inicio quién mandaba sobre el césped. Tocaba y buscaba esa profundidad que anhela Berizzo, pero ésta se veía interrumpida por la bandera del asistente de la banda de Fondo, que señaló hasta siete fueras de juego en 18 minutos –nueve al descanso-. Todos bien pitados, la verdad. Ese brío inicial se vio reducido a partir del ecuador de la primera parte. Es cierto que el Málaga no llegaba con peligro, pero el juego se atemperó cuando Krohn-Dehli adelantó posiciones y Franco Vázquez parecía cogerle asco al partido. Tampoco ayudaba el calor, intensísimo calor, que entre otras cosas obligó al malaguista Ricca a marcharse. A las 16.15 horas de un 30 de septiembre es un crimen fijar el partido, el público se quejó afeándoselo a Tebas con colaboración de los aficionados costasoleños, hubo parón para hidratarse en ambas partes y el campo en el descanso se quedó como un solar en busca de una sombra. Un despropósito que no ayuda al espectáculo. Una falta de respeto al aficionado en definitiva, que es el sostén de todo este tinglado. En todo caso el partido seguía siendo de los de blanco y rojo, que se mostraban muy seguros atrás con una actuación sobresaliente de toda la línea defensiva, pero especialmente de Mercado, apagando los pocos fuegos que se generaban. El primer disparo del rival no llegó hasta el minuto 40. Significativo. Y es que este Sevilla al que se presumía sucesor del de Sampaoli tiene bien poco que ver, pues basa su fortaleza desde atrás, concediendo muy poco a los rivales. El paso por vestuarios no sirvió al equipo para refrescarse y en los primeros diez minutos se contagiaron con la alarmante falta de ritmo de Franco Vázquez. El director de orquesta había dimitido y la música no sonaba. Después de que Correa malograra con su egoísmo una buena contra, Berizzo acabó con la situación metiendo a Banega en el campo. Entró el argentino y sus compañeros lo encontraban por todos lados, así que el Sevilla volvió a encontrar un patrón y se marchó arriba con más ahínco. Encontraba Berizzo dio entrada a Banega por un desaparecido Franco Vázquez y el partido se decantó por completo en favor del Sevilla. llegadas y ocasiones claras de Krohn-Dehli y Correa, pero eso también abría espacios y el Málaga llegaba con algo más de peligro que en el primer acto. En ese momento del juego llegó el penalti a Correa. Salió rápido a la contra el Sevilla y Rosales tiró al argentino en el área. Banega, que había salido para resucitar al equipo, lo convirtió con la tranquilidad que le daba el gol al equipo. No tardó ni dos minutos en aumentar diferencias el Sevilla. Apenas dio tiempo a que Nolito sustituyera a Correa. El Málaga estaba noqueado, perdió una pelota en el centro del campo y Muriel convirtió el gol que todos los sevillistas querían verle. Se fue con potencia y batió a Roberto por bajo. Esta vez sí.El partido quedaba visto para sentencia. Después del infierno sufrido sobre el césped del Sánchez-Pizjuán, los malaguistas casi que sacaron la bandera blanca y el Sevilla aceptaba esa rendición. Para hacer aún más bonita la victoria, David Soria incluso tuvo tiempo de lucirse en los minutos finales con una bonita intervención y Nolito de hacer el tercero después de una jugada magistral de Banega. Sin excesivo brillo pero sí con gran superioridad ante su rival se marcha el Sevilla al parón liguero. Los resultados son prácticamente inmejorables, el grupo es muy fiable y las individualidades ayudan, que el fútbol es un deporte de equipo, sí, pero precisamente su belleza reside en que el talento tiene al menos la misma relevancia que el sistema y la matemática. Y si el talento lo pone Banega

Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com