Ellos de fiesta; nosotros mirando a Vigo

¿Hacia dónde vamos?
Crítica con matices
Pues sí, queridos lectores de ElDesmarque, nos quedamos huérfanos un año más, LaLiga Santander ha concluido y lo ha hecho de mala manera, pero con posible alegría 'diferida', que diría la Cospedal. Si el Barça gana la copa el Athletic Club no volverá a disputar partidos oficiales hasta la previa en julio de la UEFA Europa League tras concluir el campeonato en la séptima posición, al perder y marcar la Real Sociedad el mortal 2-2 en el descuento de Balaídos. La derrota ante ese hijo díscolo que es el Atlético de Madrid por (3-1) en la despedida del curso, del Txingurri y del Vicente Calderón, restó importancia al triunfo del Villarreal en Valencia y a ese empate donostiarra en Vigo confirmando el papel de meros comparsas de los bilbaínos en la fiesta rival. Sin intensidad, sin desborde, sin aficionados... ¡Si es que hasta de jefe de expedición iba al palco el vicesecretario de la Junta! Total, que los colchoneros tenían seis bajas, los deberes hechos, no se jugaban nada, tan solo correrse una chufla en el adiós del estadio con sus leyendas, pero les fue suficiente ante unos leones que han llegado desplomados a la recta final con un punto de nueve posibles. En realidad se tiró todo por la borda ante Alavés y Leganés, hoy era el día y el lugar menos propicio para arreglar esos supensos. Se echa así el cierrre a una temporada irregular en liga, loable en copa y pésima en UEFA; siempre valorable positivamente en lo de ir a Europa por cuarto año consecutivo, si se va, pero lo cierto es que deja un sabor insípido. Ha sido la menos solvente con el técnico de Viandar de la Vera, lo que indica que tenía ya en pretemporada, cuando habló del cuarto año, las ideas más que claras de lo que hay a día de hoy con él al timón. No ha sido mala ni pésima, pero desde luego ni la directiva ni el equipo ni la afición han firmado su mejor año. Volvamos al partido. Huérfanos estaban también los nuestros, ya que los únicos athleticzales en la colorida grada madrileña, con mosaicos, tifos y confetis, eran aquellos de los que se habían apiadado amiguetes colchoneros. El último partido de la segunda etapa de Ernesto Valverde en Bilbao nos trajo la novedad de la ausencia de un tocado Iñaki Williams en el once, que dio paso a un nuevo esquema, con tres mediocentros puros que debían echar argamasa a la sala de máquinas. Pues menos mal, porque vaya coladero... Sí empezó apretando de lo lindo, robando arriba, rematando -vía Aduriz- sabedor de que el Villarreal había marcado ya a los dos minutos de juego, pero fue todo un postureo. Los problemas defensivos han sido una constante en toda la campaña, e, increíblemente, y en apenas diez minutos se había hecho el ridículo. Con sólo tres llegadas al área el Atlético ganaba 2-0, al estilo de 'lo' de Bucarest, con el doblete más sencillor de la carrera de Fernando Torres. Los dos goles de empujar, mordidos, sin oposición. Algo impactante.Ni la directiva ni el equipo ni la afición han firmado su mejor añoYa con todo el Manzanares inundando la moral vasca, el equipo trató de rehacerse cogiendo la pelota, realizando varios remates, favorecidos por la ausencia de bandas local, pero no terminaban de ir a puerta. Oblak se limitaba a meter los puños ante una lluvia de malos centros, ya que por dentro no se metía ni miedo. Para colmo de males Muniain quedó mareado tras un golpe con Thomas, cerrándose un primer tiempo para llorar. Para ganar desborde Valverde metió a Williams por el inerte Iturraspe. El bilbaíno estaba entre algodones toda la semana por problemas de rodilla, pero sin él el equipo es el doble de previsible y la mitad de peligroso. El experimento del trivote fue un fracaso. Casi lo empieza a arreglar Laporte en el 50', con un buen cabezazo, pero no había manera. Viendo el gol del Celta y el empate del Valencia el técnico se vino arriba, metió también a Susaeta, a ver si por fin las bandas 'parían' un gol. Pero lo que casi llega es el tercero madrileño, hubo una de Carrasco y otra que fue salvada por Laporte en la raya o que más bien estropeó Griezmann, tras otro socavón en la defensa bilbaína con el central galo y Yeray desconocidos. El campo hacía la ola, aplaudía a rabiar a Raúl García al irse, y los seguidores del Athletic, si bien los de Simeone se habían dormido en los laureles tras el gol anulado, y pese al 2-1 de Iñaki Williams -de rebote en Savic-, ya sólo rezaban por la derrota txuriurdin en Balaídos. Era triste mas era buen pasaporte, pero si los del Txingurri no hicieron sus deberes los de Eusebio no estaban tampoco por la labor: empataban primero en el 80' por medio de Oyarzabal, y luego igualaban de nuevo en el descuento haciendo Juanmi el 2-2 final mientras en Madrid Correa subía el 3-1 definitivo tras dar Griezmann un poste previo. ¡Qué palo! ¿Verdad? Mientras unos y otros la gozaban volaron de Bilbao la quinta y la sexta plaza; y pensar que el 1 de mayo se hablaba en tertulias de ser cuartos.... Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com
