Aspas sale al rescate del Plan B

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Los jugadores celebran el gol de Aspas (Foto:LFP).
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El Celta apostó por las rotaciones a gran escala y perdió su identidad en Gijón. Los de Berizzo estuvieron blandos en defensa, espesos en ataque y se encontraron con un gol en contra nada más comenzar la segunda parte. La dinámica cambió al poco de entrar Iago Aspas: el de Moaña forzó la expulsión de Meré y anotó de falta directa el gol del empate. Rubén fue clave en la primera parte del partido con cuatro intervenciones providenciales que evitaron el gol del Sporting en los primeros treinta minutos de encuentro. Berizzo hizo hasta nueve cambios en el once respecto al que presentó en Ucrania. Solo repetían Fontàs y Roncaglia, que volvía a situarse como lateral derecho. El plan B del Celta tardó en empezar a funcionar, porque durante la primera media hora de juego fue el Sporting el que dominó el encuentro y asedió el área viguesa. El cuadro celeste se mostraba muy incómodo en ataque, incapaz de dar más de dos pases seguidos una vez que pisaba el campo contrario y en defensa otorgaba demasiadas facilidades, hasta tal punto que el Sporting llegó a tener ocasiones en las que terminaba con cinco hombres dentro del área celeste. Rubén se alzó como el salvador del equipo con cuatro paradas providenciales antes de que se alcanzara el ecuador de la primera parte. Carmona fue el primero en probar portería al encontrarse un balón muerto dentro del área que taponó el de Mos con los pies. Luego taponó un disparo de Burgui, que fue un puñal por la banda izquierda del Sporting, y Traoré probó suerte desde lejos en la siguiente acción. Todo esto ocurrió antes de que se llegara al minuto 10 de partido.  La gran intervención de Rubén llegó en el minuto 17. Amorebieta sirvió un centro desde la banda izquierda que cabeceó Traoré dentro del área pequeña a bocajarro. El de Mos metió las manos y evitaba una vez más el 1-0. Tras la gran ocasión, el Sporting sólo probó suerte desde la media distancia, pero Moi Gómez estuvo a punto de sorprender. Su disparo impactó por el lado exterior del poste. Berizzo probó a cambiar de banda a Señé y Bongonda y el equipo pareció reaccionar. Al Sporting le empezó a costar llegar al área celeste, el Celta tenía más el balón pero seguía muy espeso a la hora de generar peligro. El cuadro vigués solo pudo enarbolar una jugada combinada en toda la primera parte y se transformó en el primer tiro a puerta del equipo. El que lo intentó fue Rossi, dentro del área, pero el balón fue muy fácil para Cuéllar. El resto del peligro llegaría con tiros desde fuera del área: dos de Roncaglia, que se animó a subir más de lo habitual y un potentisimo disparo de Bongonda desde más de 20 metros en el que el guardameta local tuvo que meter los puños. La del belga fue la mejor ocasión que dejó un Celta muy pobre en lo ofensivo. La segunda parte no pudo empezar peor para los vigueses. El colegiado señalaba en el minuto 47 un penalti a favor del Sporting después de una entrada de Planas sobre Carmona. Moi Gómez se encargo de transformar la pena máxima. Jozabed intentó sacudirse el dominio asturiano con un tiro ajutado al palo de Cuéllar al minuto de haber encajado el gol, pero tras la ocasión celeste volvió el mando asturiano. A Berizzo no le quedó más opción que apostar por las primeras espadas y metió a Aspas en el campo antes de alcanzar el minuto 60. El de Moaña empezó a merodear el área asturiana con peligro, pero estaba más cerca el 2-0 que el 1-1. Traoré mandó el balón al palo tras cabecear un centro de Moi Gómez, que fue capaz de irse de un Roncaglia sobrepasado en tareas defensivas.  El Celta vio la luz al final del túnel a falta de quince minutos. Meré hizo una falta flagrante en la frontal sobre un Aspas que se iba solo cara a la portería y vio la roja. El de Moaña se encargó de lanzar la falta y anotó el gol del empate con un tiro inteligente: coló el balón por debajo de la barrera y despistó a Cuéllar.  El equipo se vino arriba con el empate y con un hombre más. El Tucu estrellaba un balón al larguero y Berizzo introdujo a Beauvue, que volvía a pisar un campo de fútbol once meses después de su lesión, para iniciar el asedio en los minutos finales. El Sporting no podía hacer otra cosa que intentar conformarse con el empate y mantener el balón lo más lejos posible de su portería. A pesar de la ventaja numérica, el Celta no pudo generar demasiado peligro en la recta final del partido: estaba muy falto de ideas para encontrar el hueco dentro de la muralla asturiana. El Sporting intentó que se jugase lo menos posible, pero hubo una última ocasión para el Celta. Cuéllar se adelantó a un buen centro de Aspas que tenía como destino a un Beauvue que estaba casi sobre la línea de gol. El Celta no fue el Celta en El Molinón y no fue capaz de vencer a un Sporting con un hombre menos. Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com