Un insulto al bético

Así vivimos el Granada-Betis
Cuando el Betis perdió con estrépito en Barcelona la primera jornada muchos béticos no pensaban que una imagen tan horrorosa podría ver de nuevo esta temporada. Y llevaban razón, porque ante el Real Madrid fue aún peor y en Granada llegó hasta ser un insulto al bético. Esta noche quedará en la memoria de aquel aficionado del Betis que quiera ver crecer a su equipo, que apueste por una exigencia y no permita pasar otro año más en la miseria. El partido del Betis en Los Cármenes reúne todos los adjetivos más negativos que uno pueda encontrar en el diccionario. Sí, ante el Granada. Quien quiera, que vaya diciendo. Seguro que se queda corto. Porque el bético, los más de 700 que viajaron hasta Granada, los béticos que vieron el esperpento en sus casas, en bares o lo sufrieron escuchando por la radio no se merecen esta imagen nunca más. Quien quiera culpables, que miren al campo, al banquillo y al palco. En Granada no se salva ni uno. Un partido duro para el bético, demasiado duro. La vergüenza se vistió en Granada de verdiblanco. Bueno, más bien de amarillo fosforito. Una primera parte lamentable, vergonzosa, indigna de un club como el Betis, pero que cada año, cada temporada se repite en más de una ocasión. En 45 minutos quedaron retratados muchos jugadores, el entrenador y hasta los dirigentes que, esta vez sí, estaban en el palco. A algún consejero bético se le puso cara de chino, o de amante chirigotero, porque la vista en Los Cármenes era más típica del Gran Teatro Falla que de un estadio de fútbol.

La afición del Granada sí estaba encantada con su equipo, que parecía por momentos el mejor Bayern de Múnich, con todos los respetos. El Granada sí se ganó el respeto, con hambre, ambición y sabiendo dónde estaban los fallos del Betis, que son muchos. Lucas Alcaraz no tendrá a un equipo Champions, pero se las sabe todos. Y a Víctor le ganó desde el pitido inicial. El técnico granadino vio claro lo mal que está Ryan Donk y los huecos en la defensa... ¡¡¡de tres centrales y dos carrileros!!!
Ni actitud ni aptitud
En un balón perdido por Álex Alegría en el centro del campo, Carcela encontró una auténtica autopista hasta Adán. ¿Dónde estaba Mandi? ¿Dónde estaba Piccini? ¿Por qué no corrió Donk? Muchas interrogantes que no evitaron el primer gol del Granada, porque Carcela no perdonó. Pero lejos de cambiar la actitud, los jugadores del Betis siguieron su particular pase chirigotero, con la inestimable ayuda del entrenador. Víctor, si vio alguna irregularidad, no hizo por cambiar. Y eso también va en el debe del madrileño, que en Granada perdió muchos puntos. No sólo los tres de la victoria. Mandi, entonado en los últimos partidos, convirtió en cuplé un regate hacia su área y siendo el último defensa. El centro de Héctor Fernández y el remate de Adrián Ramos hicieron el resto para que la grada volviera a festejar otro gol. Un 2-0 para muchos inexplicable, pero sí lo era. El Betis no tenía fútbol, pero mucho menos actitud, y eso sí es más grave. Muy grave. Y si parecía que era imposible empeorar, este Betis lo volvió a hacer. Andreas Pereira batió a puerta vacía a Adán tras un rechace del portero. La defensa de la jugada previa al gol también es digna de estudio para los más pequeños. Para que no la hagan en su vida. Cero intensidad ante rivales que parecían héroes supersónicos, que pasaban a los del Betis como si fueran bailando. Víctor sólo movió sus ideas tras el descanso. Antes no, no haría mucha falta. Entró Sanabria por Donk, que también dejó en 45 minutos aquellos detalles interesantes que ofreció en otros partidos. Pero el Betis fue más de lo mismo, incapaz de dar un giro a la humillante primera parte. Y porque el rival era el Granada y ya estaba muy contento con el 3-0, que le permite dar un aviso a los rivales por el descenso. El Betis, así, está en ese grupo sin falta.
Sin excusas
Pero no, fue a peor. Esta vez no fue por falta de puntería, ni por errores arbitrales. Tampoco hace falta nombrar a los ausentes Dani Ceballos y Pezzella. Serían excusas baratas y sin sentido, porque los béticos no se merecen este esperpento. Otro más. Otro año igual. Tras un córner del Betis, Adrián Ramos cerró una contra con la inestimable ayuda de varios rivales y de un dubitativo Adán. Si ya falla también el portero... Y en esa humillación se apuntó Nahuel, que en diez minutos se resbaló al rematar y vio la roja por un rifirrafe con Andreas Pereira, también expulsado. Petros, de cabeza, rompió el gafe a domicilio, un gol que no debería olvidar nunca por el partido en sí. En ese momento apareció Víctor para darse cuenta de la avergonzante noche de su equipo, también propia, y cambió a Piccini, por si las moscas veía una amarilla y no jugaría el próximo partido. ¿Qué mas da el próximo partido? Este insulto al bético no lo arregla ni un triunfo en el derbi. Y quien piense eso, va por la camino. Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com