Correa para el canario

Así vivimos el UD Las Palmas-Sevilla FC
Un balón largo, un balón peinado, una carrera y un gol. En el mundo del toque, en el paradigma de la combinación, en el país del preciosismo, triunfó el fútbol elemental, el más básico, el que adoptó inteligentemente el Sevilla cuando vio que el partido se estancaba. Estuvo inteligente Sampaoli, estuvo acertado y decantó el encuentro con sus cambios en la segunda mitad de un partido que en la lucha de poder a poder con la pelota iba destinado a la nada. Y ahí que intervinieron primero Sergio Rico para mantener a su equipo, luego el técnico argentino, pero sobre todo Iborra y Correa para dar una victoria importante al Sevilla, una victoria que le permite mantenerse en la pelea más alta de la Liga y sobre todo mandar un poderoso mensaje a sus contrincantes. No se permite el lujo de tener crisis. En dos partidos había pinchado y al tercero reaccionó. No fue el mejor partido del conjunto sevillista, sin duda. Tampoco fue el mejor partido de los jugadores en los que se ha ido sosteniendo toda la temporada, posiblemente porque echó de menos la pelota más que de costumbre. No estuvo bien N'Zonzi, no estuvo tan brillante Nasri, ni acertado Ben Yedder, pero aún así dio la cara el Sevilla y supo adaptarse a las vicisitudes, tanto que dio el golpe de gracia en el tramo final. Sergio Rico fue clave tanto en la primera mitad como en la segunda con varias paradas decisivas que sostuvieron al equipo cuando peor lo pasabaEl partido se presumía entretenido por la apuesta valiente de los dos equipos, por el ánimo ofensivo, por las virtudes, pero lo cierto es que el arranque del encuentro lo que brillaron fueron los errores. Primero del Sevilla, luego de Las Palmas. Con dos equipos tan aventurados y osados en la presión, los errores en la salida suelen parecer más groseros, porque cogen al rival con más gente en posiciones atacantes. Eso le ocurrió en los primeros 10 minutos al Sevilla, que perdía balón tras balón en la salida y posibilitaba los ataques claros y hasta en superioridad del equipo canario. Suerte que tuvieron los sevillistas de contar con Sergio Rico, que salvó a su equipo, y de que Jesé, flamante estrella canaria tras su fichaje en el mercado invernal, tuviera el punto de mira desviado o centrado, más bien, porque todo le iba a Rico. El caso es que el Sevilla no encontraba salida de la pelota. N'Zonzi no tenía socio y se encontraba perdido, Kranevitter no se arrogaba como vía de desahogo y la falta de Rami y Pareja se notó en ese aspecto. Claro que, a veces, por medio de Sarabia, Nasri o Lenglet, el Sevilla superaba esa primera línea gruesa de presión, acompañada bien por el centro del campo canario, y entonces la balanza se invertía. El Sevilla contaba con más espacio y comodidad para mover la pelota de mediocampo en adelante y ahí aparecía Vitolo una y otra vez con capacidad para desbordar a Simón. El caso es que el partido, tras 10 minutos de oportunidades locales, ofreció otros 10 de oportunidades sevillistas, no tan claras, eso sí. Ben Yedder interpretó mal un par de penetraciones que pudieron llevar más peligro y no anduvieron con instinto asesino los sevillistas. Demasiados toques, pocos remates.

Estaba igualado el encuentro, y los dos equipos llegaban con muchos atacantes y proponían combinaciones en fase ofensiva, pero mostraban ciertas lagunas atrás. En una de ellas, tuvo la gran oportunidad de los andaluces Vázquez, tras pase de Ben Yedder, pero entre su parsimonia y la parada de Varas la pelota se fue a córner, aunque decretara el colegiado saque de meta. Con esa sensación de fugas defensivas y con propuestas ofensivas se llegó al descanso de un partido igualado, en el que el Sevilla daba sensación de poder ofrecer algo más en ataque y exprimir de forma más notable sus aproximaciones. El partido parecía destinado a la nada, o al cero a cero, con los dos equipos neutralizados en la búsqueda de la pelota, pero entonces Sampaoli varió el guion, empezó a ver que el partido estaba más en el espacio que la posesión, y cambió, y acertóLas Palmas apostó más por el partido en el arranque de la segunda mitad. De hecho, el Sevilla casi ni olió en el primer cuarto de hora del periodo. Los canarios tocaban y tocaban sin que los sevillistas robaran. No había nadie que pudiera quitarle la pelota a Roque, Boateng o a Viera. Eso provocó que el equipo de Setién cogiera confianza, se fuera arriba, gozara de oportunidades (de nuevo salvó Rico ante Boateng) y cayera también en algún que otro error de osadía, que brindaba al Sevilla la opción de montar la contra y llegar a campo contrario con cierto peligro. Ocurría que el conjunto nervionense estuvo horrible en el trance definitivo, en el área, en el pase definitivo, en el remate definitivo. Vitolo y Ben Yedder, por ejemplo, fallaron dos goles absolutamente cantados, solos en el área.Esa tónica, que al comienzo de la segunda parte parecía perjudicial para el Sevilla, con los minutos se fue convirtiendo en favorable conforme Las Palmas acumulaba cansancio y conforme el conjunto nervionense se exprimía al contragolpe. Y con esa tendencia jugó el equipo hispalense los últimos minutos. Ahí anduvo listo y avispado Sampaoli, que forzó con sus cambios un cambio de rumbo definitivo en el partido. Apostó por el juego más directo, por la búsqueda de espacios en lugar de la pelota, y le ganó la partida a Setién, que tardó en leer la jugada del argentino. El Sevilla se entregó al robo y a la salida, a la segunda jugada y a la contra, y en la sencillez del fútbol, en el balón largo, el juego aéreo y la carrera, encontró el Sevilla el gol. Iborra peinó y Correa corrió... y marcó. Los últimos minutos del encuentro (el gol llegó en el minuto 80) los vivió con relativa tranquilidad el Sevilla. Porque Las Palmas, salvo esa bestia de la naturaleza llamada Boateng (ya lo quiso Monchi por cierto) ya no estaba fresco ni llegaba con tanto peligro arriba. Más bien, casi logra el conjunto nervionense el segundo con una maravillosa bicicleta de Jovetic. No llegó el segundo pero sí la victoria. Meritoria por las circunstancias y meritoria porque nadie había ganado en Canarias esta Liga. Y meritoria porque sigue metido arriba el Sevilla y no pierde comba con el Barcelona ni con el Real Madrid, al menos por ahora. Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com