Logo de Fútbol
Fútbol

El sueño de la Copa se esfuma en la orilla

Momento en el que Edgar remata para marcar el gol.. LFP
  • Así vivimos el Alavés-Celta

  • Las fotos de una noche demasiado triste

  • Las lágrimas del celtismo

Compartir

Las ilusiones de la cuarta final de Copa se apagaron para el Celta a falta de nueve minutos. El conjunto celeste estuvo incómodo durante todo el choque y fue incapaz de mover el balón por culpa de un Alavés bien plantado que supo mermar las virtudes del conjunto celeste. Edgar fue el autor del tanto en un encuentro en el que reinó un ritmo lento y la falta de ocasiones. Este era el partido más importante de la temporada para ambos equipos y ni Berizzo ni Pellegrino quisieron hacer probaturas. El 'Toto' alineó al once de gala, con Wass situado en el extremo derecho y con Radoja, 'Tucu' y Marcelo Díaz poblando el centro del campo, aunque a los tres les costó mover el balón por el buen hacer del rival. En el cuadro vasco, Toquero le ganó la partida a Edgar y repitió como titular, tal y como sucedió en Balaídos. El partido estuvo marcado por la presión que dictaminaron ambos técnicos, a los dos equipos le costaba construir en ataque y se veían más cómodos defendiendo. Además, las constantes interrupciones por pequeñas faltas y los saques de banda propiciaron que el ritmo de la primera parte fuera endemoniadamente bajo y casi no se vieron llegadas al área rival. El Celta fue el que más sufrió la presión rival. El Alavés comenzó buscando con más ahínco la portería de Sergio pero el primero en avisar fue el Celta. Iago Aspas volvió a tener una gran ocasión en esta semifinal de Copa. El de Moaña recibió de espaldas a la portería un centro de Hugo Mallo, giró sobre sí mismo en un gran gesto técnico y remató a portería ajustado al palo contrario del portero. Pacheco estuvo atento y con la punta de los dedos consiguió evitar el gol en la que sería la mejor jugada de la primera parte. A pesar del peligro celeste, el peso del partido siguió llevándolo el Alavés, que si bien no conseguía tirar entre los tres palos, lograba adentrarse en el área del Celta gracias a los robos en la salida de balón celeste y por la banda derecha, donde el dúo Kiko Femenía y Toquero fueron superiores a Jonny y Bongonda. El belga estuvo especialmente impreciso en las labores defensivas y en varias ocasiones el de Matamá tuvo que hacer frente a ambos solo. El mayor peligro del Alavés recayó sobre Ibai Gómez, que probó a Sergio desde la frontal. Primero, con un disparo de falta directa y mediada la primera parte tras un pase de Kiko Femenía desde la derecha. Además, el extremo también generó peligro desde la banda izquierda, pero sus centros no encontraron rematador. Por parte del Celta, Aspas tuvo una segunda jugada de peligro en la primera parte. El jugador consiguió desmarcarse y probó una vaselina al ver a Pacheco algo adelantado, el balón se fue alto por poco. El guión no varió tras el paso de vestuarios. El Alavés llevaba el peso del partido aunque sin generar ocasiones y el Celta sufría en la salida del balón por la presión del rival. Los vascos conseguían llegar a la zona de peligro con cierta comodidad, pero eran incapaces de disparar entre los tres palos. Solo lograban entrar en el área celeste con el esférico en los pies a través de jugadas a balón parado. El Celta esperaba al contraataque. La insistencia del Alavés terminó teniendo premio en forma de ocasiones. Empezó a encontrar agujeros en la banda derecha del Celta y por ahí consiguió avanzar Deyverson avanzó sin marca. El brasileño centró a la frontal a Ibai Gómez, solo, que disparó con potencia pero Sergio metió los puños para salvar el 1-0. Dos minutos más tarde, el propio Deyverson desaprovechaba un mano a mano al rematar muy precipitadamente y sin ninguna puntería. Mientras, el Celta consiguió llegar a portería la primera vez que pudo desarrollar su juego estático y de posesión. Radoja encontró el hueco en el área, sirvió el balón y cabeceó Wass, pero su remate fue muy centrado y no le causó problemas a Pacheco.  Llegaron los primeros cambios y Edgar, recién entrado en el campo, consiguió romper el empate. El jugador recibió el balón en la frontal y en una gran jugada individual supo zafarse de Cabral, de Jonny y cruzó el balón para batir a Sergio. Ponía el 1-0 a falta de siete minutos para llegar al final del encuentro, un duro golpe del que el Celta no supo recuperarse. Berizzo lo intentó con todo. Puso a Guidetti por Marcelo Díaz pero el Alavés supo paralizar aún más el ritmo del partido. A través de los cambios, las lesiones y las reanudaciones eternas hicieron que se jugase muy poco del 83 en adelante, a pesar de que Mateu Lahoz añadió seis minutos. El Celta tampoco fue capaz de llegar a la portería de Pacheco. Incluso Camarasa pudo poner el 2-0 al fallar un mano a mano frente a Sergio cuando el portero volvía de intentar rematar un córner. Durante toda eliminatoria falló la pólvora y eso condenó al Celta a quedarse a las puertas de la final de la Copa del Rey.