Llueve sobre mojado en San Mamés

En medio del aguacero de Bilbao, al Celta se le volvió a escapar un partido encarrilado contra el Athletic en La Catedral. Los vigueses dominaron y tuvieron hasta tres ocasiones claras antes de adelantarse en el marcador. Pero la expulsión de Roncalgia, acompañada de un penalti en contra a falta de diez minutos giraron las tornas a un partido que no se supo cerrar. Un sensacional remate de San José desde la frontal en el último minuto de añadido privó al Celta de sumar, al menos, un punto de su visita a Bilbao. Berizzo llegó a Bilbao con las pizarra preparada para asaltar San Mamés con marcajes individuales para el centro del campo de Valverde. Tucu y Wass fueron los encargados de evitar que Beñat y Vesga tocaran la pelota a placer. Radoja estuvo siempre atento para realizar la doble presión sobre el rival y eso favoreció que el balón no le durase al Athletic y que los rojiblancos se encontrasen muy incómodos con el balón. Además, puso a Guidetti de referencia en ataque y confió en las apariciones de Bongonda y Aspas desde segunda línea. El plan funcionó durante los primeros treinta minutos, faltó aprovechar las ocasiones. El Celta centró su ataque estático por la banda de Bongonda, pero fue con los pases al hueco con lo que consiguió hacer daño. Y de esa manera tuvo dos ocasiones inmejorables. La primera no tardó en llegar, a los cuatro minutos Guidetti desperdició un mano a mano ante Kepa. El sueco recibió completamente solo un pase del Tucu Hernández y envió el balón a la derecha de la portería bilbaína. El Athletic intentaba replicar por la banda izquierda, principalmente confiando en Iñaki Williams. Sin embargo, era incapaz de enarbolar una jugada de peligro ante la gran presión del Celta. Los celestes eran los que seguían acercándose al área del rival y casi en la primera aparición de Aspas en el partido estuvo a punto de llegar el 0-1. El de Moaña quedó solo ante Kepa en un error de marcaje de la zaga bilbaína, que no supo leer el pase que llegaba desde el campo del Celta. El delantero del Celta intentó hacer una vaselina pero elevó demasiado el balón y éste terminó estrellándose contra el larguero. Solo habían transcurrido 17 minutos de juego. El dominio celeste se mantuvo durante los siguientes quince minutos, aunque no hubo grandes ocasiones de peligro. El Athletic despertó a la media hora de encuentro justo después de reclamar un posible penalti por un remate de Aduriz que impactó en el brazo de Cabral. Las tornas se giraron y fue el Celta el que empezó a tener problemas a la hora de sacar el balón jugado y el Athletic el que presionaba al rival de manera efectiva. Pero a pesar de todo, lo único positivo que consiguieron los de Valverde fue un remate de cabeza de Aduriz a una falta sacada desde la izquierda que terminó despejando Rubén de puños a córner. Con el 0-0 y una sensación de que el Celta fue de más a menos se llegó al descanso. Pero tras la reanudación los de Berizzo volvieron a insistir en ataque y encontarían el premio. Pero antes del tanto, Aspas se volvió a encontrar con la madera al ajustar demasiado un tiro a bocajarro nada más reanudarse el choque. A la tercera ocasión que tuvo el de Moaña llegó su gol. El nueve del Celta puso el pie a un centro llegado desde la izquierda de Bongonda. El Athletic quiso reaccionar pero lo hizo de una manera más tímida de lo que hubiera deseado. Un un disparo de Iñaki Williams y un tiro lejano de Yeray fue lo sumo que consiguió en los siguientes minutos al gol. En el otro lado, un Aspas desatado tuvo de nuevo una oportunidad muy clara para marcar con un remate dentro del área. Kapa tuvo que realizar una espectacular palomita.  Sin embargo, a falta de 10 minutos el partido se revolucionó con el penalti y expulsión en contra del Celta. El colegiado consideró que Roncaglia derribó a Iñaki Williams dentro del área, mostró la segunda amarilla al central argentino y Aduriz transformó la pena máxima. Un partido en el que estaba más cerca el gol de la sentencia del Celta se convirtió en otro donde los de Berizzo empezaron a ver bueno el empate al estar con uno menos. Pese a estar con uno menos, el Celta no renunció a presionar arriba y el Athletic no llegaba con peligro... Hasta el minuto 93. Iñaki Williams cabeceó un balón hacia la frontal del área, donde apareció San José para anotar de primeras y poner el 2-1 sobre la bocina. El Celta perdonó demasiado durante los ochenta minutos y pagó por ello en los diez finales. Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com