El Celta se estrella con el 'otro' fútbol del Betis
Así lo vivimos: Celta-Betis
Wass y Beauvue se retiran lesionados
Empate que sabe a poco al Celta, los verdiblancos se encontraron con un gol en la primera mitad que supieron rentabílizar hasta el final, el Celta lo intentó por todos los medios, pero el otro fútbol bético impidió ver una segunda parte donde la pelota fuese protagonista. Sorprendía Berizzo con la segunda titularidad consecutiva de Rubén Blanco y con la entrada de Beauvue por un desafortunado Aspas, el francés fue de lo mejor del equipo hasta que pidió el cambio lesionado. El partido comenzaba con el guión establecido, un Celta con ganas de mandar y apabullar al rival con una presión asfixiante, el Betis agazapado atrás en busca de una contra. Los primeros 15 minutos fueron un baño celeste, con ocasión incluida para un Guidetti que se inventó un taconazo espectacular al que respondió Adán con una parada no menos buena. Pero el Celta flojeo en la presión, algo que le valió a los verdiblancos para acercarse con cierto peligro a la meta defendida por Rubén. Corría el minuto 23 y un lío en el área celeste fue aprovechado por N´Diaye para adelantar a los suyos. A partir del gol el Celta entró en estado vegetativo y a punto estuvo Joaquín de sentenciar el encuentro, pero su disparo acabó estrellándose en el palo. Se tardaron 10 minutos en ver la reacción de los de Berizzo, gran centro de Beauvue que Nolito remata a la escuadra para que Adán volviese a tirar de repertorio.
La desgracia se ceba con el Celta
Tras la ocasión de Nolito el Celta volvió a agobiar la meta bética, pero los visitantes tuvieron en la mala fortuna del Celta su mejor aliado. Wass y Beauvue pidieron el cambio por lesión, entraron Marcelo Díaz y Aspas, pero el carrusel de cambios, unidos a las perdidas de tiempo béticas hicieron que la primera mitad se muriese sin más ocasiones que otra de Guidetti en la que se pidió penalti. La segunda parte comenzó con una nueva ocasión para Castro mediante un contraataque verdiblanco con un Celta volcado en la remontada, pero el canario, sólo ante Rubén, mandó la pelota desviada. En el minuto 50 Castro volvió a gozar de otra oportunidad, pero esta vez Rubén detuvo el remate del delantero bético. Por parte del Celta en los primeros 15 minutos de la continuación sólo destacar un disparo desviado de Orellana. Adán volvió a aparecer para despejar un remate de Aspas tras un córner para desesperación de la grada local. El Betis seguía encerrado atrás sin agobios gracias a la seguridad que les ofrecía su portero. Mientras que Joaquín volvía a demostrar su calidad en un córner al primer palo que Rubén sacó en la línea de gol. Los minutos iban pasando en medio de las continuas pérdidas de tiempo del Betis ante un Celta que sólo buscaba colgar balones al área de Adán que no eran capaces de inquietar a los andaluces, pero la dinamita del Celta es brutal y en una combinación de Nolito, Aspas y Guidetti lograban por fin perforar la meta de Adán, o eso parecía porque el linier decidió inventarse un fuera de juego inexistente.
'Tucutazo' para la esperanza
Pero el Celta no cejó en su empeño y sólo un minuto después Pablo Hernández fusiló la meta verdiblanca con un cañonazo que se coló por el palo corto de Adán, era el minuto 77 y el Celta se lanzó a por un segundo tanto que le diese los tres puntos. Pero el primero en avisar fue de nuevo Rubén Castro, al que Cabral sacó la pelota en la línea de gol. No era la noche del canario. Sin casi tiempo para respirar, un remate acrobático de Aspas se fue por encima del larguero tras un centro no menos complicado de Nolito, quedaban 4 minutos para el final y el Betis volvió a tirar del otro fútbol para romper el ritmo del encuentro, Orellana cayó en la trampa y fue amonestado. Pero las triquiñuelas del Betis no se acabarón ahí, Bruno jugó con la camiseta de su compañero Portillo, y cuando el propio Portillo iba a entrar al campo se montó otro lío. Se paró el partido para que volviese a enfundar una elástica con el número 4 y no el 22. El reloj iba a favor de un Betis que saboreaba el empate para desesperación de un Celta que no pudo hacer más. Enfado en Balaídos con un rival que no quiso jugar al fútbol y con un colegiado que le escamoteo un gol a Guidetti.
