El Celta enciende la segunda cremà en Mestalla
Diego Alves y Dani Parejo descartados
Así lo vivimos en directo
Santi Mina hará de Parejo
El Valencia CF perdió en casa contra el Celta de Vigo y sigue complicándose la vida en la Liga. A este paso sufrirá para mantener la categoría. El Celta de Vigo encendió la segunda cremá de la semana en Valencia, esta vez con Mestalla como escenario y con un equipo y un entrenador como únicos ninots pasto de las llamas deportivas. Los vigueses acabaron ridiculizando a un Valencia lamentable que, como siempre, ante el primer traspiés, terminó derrumbándose. Por si tuvieran pocas dudas los jugadores, su entrenador se encargó de acrecentarlas sentando a Paco Alcácer momentos antes de que el Celta abriera la lata. Sin el punta sobre el campo, los gallegos ampliaron su renta y pudieron acabar consiguiendo una goleada de escándalo. Con un once similar al de la Europa League -del que se cayó Santos por indisposición en el calentamiento- compareció el Valencia ante el Celta de Vigo dispuesto a sumar tres puntos que le alejaran de la zona caliente de la tabla. El equipo salió volcado, de nuevo con un 1-4-4-2 con André Gomes pegado a la izquierda, Mina de mediapunta y Paco Alcácer como referente. Wass sacó polvo a los guantes de Ryan y el público se enfureció. ¿Dónde estaba la actitud y la garra con la que el equipo venció al Athletic? se preguntaba el respetable.El equipo saltó dispuesto a llevar la batuta, a ir a por su rival, no a acobardarse con el paso de los minutos. Mina, entre líneas, se había ganado la titularidad y hacía diabluras con la pelota. Estaba ante sus ex y quería demostrar que el 'niño' se ha hecho mayor. Fruto de este dominio llegó la primera doble ocasión a cargo de Paco Alcácer y Rodrigo pero, el meta primero, y la defensa después, desarbolaron la oportunidad. En el 20 era André Gomes el que probaba los reflejos de la zaga que, bajo palos, sacaba su derechazo. Parecía que el Valencia podía inaugurar el marcador, pero paradójicmaente la mejor ocasión de la primera media hora fue para el Celta. Se colaba Hugo Mallo entre Siqueira y André Gomes y ponía el pase de la muerte para que Guidetti la empujara. El sueco la tocó, pero en la línea Matt Ryan la salvó cuando la pelota se colaba. Los nervios aparecieron en Mestalla. Las gradas silbaban y el equipo empezaba a temblar.
Primeros pitos
En todo caso, la afición ya dejó claro que lo que le resta al equipo de aquí al final de temporada en casa va a ser un calvario. La parroquia no olvida la pésima temporada que está protagonizando su equipo y le va a pasar factura.El Celta aprovechó la catarsis valencianista para crecer y percutir una y otra vez por la banda de Siqueira. A la contra, esta vez por el medio, Wass sacó polvo a los guantes de Ryan y el público se enfureció. ¿Dónde estaba la actitud y la garra con la que el equipo venció al Athletic? se preguntaba el respetable. A la siguiente era Orellana el que sentaba a Mustafi y creaba peligro en la meta valencianista. El Celta era el que llevaba la iniciativa y el Valencia empezó a jugar a la contra y por fortuna le dio la vuelta a la situación. En todo caso, la afición ya dejó claro que lo que le resta al equipo de aquí al final de temporada en casa va a ser un calvario. La parroquia no olvida la pésima temporada que está protagonizando su equipo y le va a pasar factura. Así, en el 33, en una salida en tromba, Paco Alcácer se quedó solo ante Sergio y le batió. El gol fue anulado por fuera de juego, a pesar de que el punta de Torrent estaba en línea. Poco después Siqueira desde fuera del área probó fortuna, pero su disparo se fue alto por poco. Más tarde Mina trató de sorprender a Sergio desde el área pequeña, pero su balón se estrelló en el costado de la red. El Valencia había recuperado el pulso al partido. De hecho, se marchó al descanso dominando y con la sensación de que podría haber desnivelado ya la balanza a su favor. Sin embargo, como en la primera parte, la mejor ocasión fuer para el Celta. Matt Ryan detenía con el pie un disparo de Jonny que se colaba. La intervención del australiano fue providencial pues mandó el balón al palo.A las primeras de cambio Neville sentó a Siqueira y dio entrada a Gayà. Beauvue, entretanto, probaba fortuna a la salida de un córner -de nuevo a balón parado- ponía en aprietos a la zaga valencianista. Su cabezazo, por suerte, salió desviado. De nuevo la parroquia se ponía nerviosa y silbaba. Sólo las acciones aisladas silenciaban la música de viento. A la hora de partido Danilo probó fortuna desde fuera del área, pero su tiro se marchó rozando la escuadra. Alcácer la mandó a las nubes poco después en un remate complicado de efectuar y de entender. La gente lo agradeció y el equipo sintió el hierro porque mejoró. Rodrigo probó a Sergio, éste desvió a córner el lanzamiento del hispano-brasileño. Fueron los mejores minutos del Valencia, que encerró al Celta en su área. Una magnífica asistencia de Alcácer a Rodrigo debió significar el primero de la noche, pero el punta sigue negado. A pesar de chutar con su pierna buena y desde dentro del área, la portería se le hace diminuta y los cancerberos enormes. Neville, viendo que su equipo estaba volcado pero que necesitaba un punto más sacó a Feghouli por un desacertado Danilo. Ambos fueron silbados. Sin embargo, como en la primera parte, la mejor ocasión fue para el Celta. Matt Ryan detenía con el pie un disparo de Jonny que se colaba. La intervención del australiano fue providencial pues mandó el balón al palo.
Gary vete ya
Grito Con todo, la pitada más monumental fue para Gary Neville. El técnico no se le ocurrió otra cosa que sentar a Alcácer, el mayor peligro del Valencia, y dar entrada a Negredo. La afición le pitó, le llamó burro, le criticó y le mostró los pañuelos porque, para más Inri, fue sentar al nueve de la selección y llegar el 0-1. Balón largo, Orellana la baja de tacón y Guidetti marcó a placer. La tensión y los gritos, lógicos, en contra del entrenador se fueron recrudeciendo. Motivos había porque si el 0-1 escoció, el 0-2 mató al equipo. Hugo Mallo se coló como si fuera una exhalación hasta la línea de fondo y la metió por el palo de Ryan. Primer fallo del australiano. A partir de ahí el Celta tuvo ocasiones para conseguir hasta dos goles más. De hecho, Orellana tiró un balón al palo con toda la portería para él y el meta batido. Lo visto en Mestalla en los últimos minutos fue humillante, sonrojante y, claro, pese a la megafonía, la pitada y la pañolada al final fue monumental. [galeria_jm path="201516/Valencia_CF/Competicion/Liga/Local/CELTA/Dav_Alb"]
