La orilla está más lejos de lo que parece

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Rubén Castro se dispone a disparar a portería en un lance del partido.. Kiko Hurtado
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  El Betis no acaba de lograr la tranquilidad definitiva. Los resultados de los rivales directos le están favoreciendo en las últimas jornadas, pero a pesar de ello los verdiblancos no están funcionando y tras la derrota en Bilbao esta noche ha vuelto a caer en un partido igualado que cayó del lado malaguista con un tanto de Camacho en una mala salida de Adán, que hasta entonces había salvado a su equipo con dos grandes intervenciones en la primera parte. De momento, sigue el sufrimiento... Cinco novedades incluyó en el once inicial Juan Merino con respecto al partido de San Mamés, y el Betis no carburó nunca del todo en un primer tiempo igualado en el que las ocasiones más claras las tuvo el Málaga. Los costasoleños salieron enchufados ante un conjunto bético atolondrado y en apenas cinco minutos pudieron haberse puesto por delante en el marcador, si no llega a ser por el magnífico trabajo de Antonio Adán. Charles avisó en el primer minuto, con un disparo que se fue fuera tras un fallo en el despeje de Vargas y, después, el meta madrileño estuvo providencial en disparos de Albentosa y Cop. Adán confirmó así que merece una oportunidad en la selección española, pero el fallo en el gol supuso un borrón importante. A partir de ahí, el Betis espabiló tras ser abroncado por una afición que volvió a ver a un equipo poco metido en el inicio de los partidos, y dio un paso al frente, aunque sólo en algún arreón de Musonda o algún pase de Ceballos, pues Kadir no estuvo bien por la derecha ni en ataque ni en defensa con Montoya, también superado muchas veces por Chory Castro. Aun así, el cuadro heliopolitano tuvo en un centro de Vargas, que ni Rubén ni Damiao llegaron a conectar, su mejor ocasión en un primer tiempo que acabó con susto para los de Merino, en un centro del Chory que Charles remató tras quedarse, de nuevo, Vargas dormido, que fue a parar a las manos de Adán al centro de la portería. Poco más en un primer tiempo que acabó con las fuerzas igualadas. A la vuelta de la caseta se vio un mejor Betis, que llegó con el paso de los minutos a hacerse dueño del partido. Sin embargo, al igual que el Málaga en el primer tiempo, no aprovechó su momento. Damiao, en dos ocasiones, pudo marcar, pero no le acompañó primero a fortuna en un rechazo a tiro de Rubén, después estuvo mal en un remate fácil de cabeza que no enganchó y le quitó, poco después, un remate claro a N’Diaye, dejando su sitio, posteriormente, a Molina. Fueron los mejores minutos de los de Merino, que llegaron a embotellar a un equipo malaguista que al contraataque intentaba crear peligro y que sólo en el tramo final tuvo algo más la pelota, con Recio y Camacho, para construir juego ofensivo. Así, en una falta lateral, Camacho peinó el balón al fondo de la red en una salida en falso de Adán que se llevó por delante a Pezzella. Mazazo para un Betis que reclamó penalti por mano de Albentosa a centro de N’Diaye, pero Clos Gómez no decretó nada. Con la entrada de Fabián, como último cambio, el equipo verdiblanco apretó con Ceballos en la manija y los intentos de penetración de Joaquín. Sin embargo, el ímpetu de los verdiblancos fue en vano y el Málaga acabó llevándose los tres puntos.