Europa es tabú

  ¿Europa? Bofetón de realidad el que ha recibido al Betis en San Mamés. Hay mimbres para intentar lograr la salvación, pero no para luchar por algo más. Pero, al margen de la derrota, no se vieron las señas de identidad de los de Merino, pues no apareció la intensidad ni el fútbol. Todo lo contrario que el Athletic, que venció con justicia a un equipo verdiblanco que debe centrarse, únicamente, en intentar lograr la permanencia lo antes posible.  Primera parte malísima del Betis. Merino apostó por un doble pivote con Petros y N’Diaye -imposible que generen fútbol- y por jugar con dos delanteros, y los verdiblancos no carburaron. Apenas tuvieron la pelota, fueron incapaces de dar pases y no se vieron las señas de identidad desde que el linense se hizo cargo del equipo. Todo lo contrario que el Athletic, que con la mayoría de suplentes y sin que se notara el cansancio, como fue el caso de Raúl García, se comió a los verdiblancos a base de empuje y lucha, pues jugó siempre con una marcha más.El planteamiento inicial de Merino, con N'Diaye y Petros en la medular y dos delanteros, no funcionó por la evidente falta de elaboración de fútbolNada más comenzar el encuentro, avisó el cuadro de Ernesto Valverde con dos disparos de Susaeta y Mikel Rico, quien con San José y Raúl García se hizo dueño de la medular ante un Betis desaparecido, incapaz de generar fútbol y sin conexiones entre líneas, con Musonda y Joaquín sin apenas entrar en juego, y sufriendo en defensa con cada llegada de los vascos. Aun así, la primera ocasión clara del partido fue para el Betis, pero el disparo de Rubén Castro se fue arriba por muy poco. Sin embargo, todo fue un espejismo. El Athletic siguió a lo suyo frente a un equipo heliopolitano pésimo, y obtuvo premio pasada a la media hora con el tanto de Sabin Merino, en un fallo en la marca de Pezzella, que quedó en evidencia. Ni con el 1-0 reaccionó el conjunto bético, que siguió a merced de un cuadro rojiblanco que encarriló el choque al filo de descanso, con el tanto de Mikel Rico. Merecido castigo para un Betis que realizó un primer tiempo indigno. Tan indigno como el segundo, pues no se vio siquiera un cambio de actitud. Por el contrario, el Athletic siguió con la misma intensidad, y pronto obtuvo recompensa con otro gol de Sabin Merino, que cazó el rechazo tras un disparo de Mikel Rico sin estar en fuera de juego, pues Joaquín y Montoya lo habilitaron.Pezzella y Bruno sufrieron de los lindo ante un  Athletic repleto de suplentes que se sintió muy  cómodo a lo largo de los noventa minutosMerino movió el banquillo y dio entrada a Fabián y Ceballos, y se vio un Betis algo diferente, pero los de arriba, sobre todo, Musonda, aparecieron poco. Así, los de Valverde se sintieron muy cómodos, pues llegaban con facilidad al área de un equipo verdiblanco que estuvo horrible en defensa, con Bruno y Pezzella desbordados. De hecho, Muniain, antes de ser cambiado, tuvo el cuarto, pero su disparo, con todo a favor, le salió centrado a las manos de Adán. Ya en los estertores, Rubén Castro -éste aparece siempre- acortó distancia al marcar de cabeza, tras un saque de esquina de un gris Joaquín, en una jugada en la que antes estrelló un tiro al palo, y el Betis siguió apretando, pero nunca de verdad ante un Athletic que se sintió a gusto defendiendo e intentando salir al contraataque. Así murió un lamentable partido del equipo bético, que tendrá que seguir peleando por conseguir la salvación, su objetivo real, pues Europa es tabú.