Raúl García da ventaja al Athletic en un partido 'de los de antes'

Asís Martín 10 MAR 2016 - 22:38h.

El choque de ida de los octavos de final de la UEFA Europa League, disputado este jueves en San Mamés entre el Athletic Club y el Valencia CF, fue un partido 'de los de antes' que se jugaban en la vieja catedral. Frío, diluvio, charcos, empuje, segundas jugadas y los leones marcando de cabeza, en este caso la del gladiador Raúl García para hacer el corto (1-0) final y cobrar ventaja en una eliminatoria que se resolverá el día 17 en Mestalla. La lluvia que arreciaba desde hace ¿semanas? hizo que hasta hubiera que acondicionar la hierba de San Mamés antes de empezar con sopladores. Fue un primer sobresalto unido a la baja de ultimísima hora de Mikel San José ante la inminencia de su paternidad, un hombre clave en las últimas citas ganadoras que fue sustituido en la convocatoria por Elustondo y en el once por Iturraspe. Pese a las condiciones con las que se jugó el partido fue meritorio, adaptándose a las circunstancias adversas, jugando más directo con los saques de Iago Herrerín, e incluso se puede pensar que debía haber caído algún otro txitxarro en las cuentas rojiblancas si Aduriz (que tuvo 3) y Merino hubieran estado más finos. Se dejó ir vivos a los visitantes, pero al menos se dejó la meta de un buen Iago inmaculada. Mención especial merece también el millonario árbitro holandés Kuipers que, la verdad, estuvo magnífico dejando jugar sin necesidad de mostrar casi tarjetas. Si los valencianos se agarran a Europa como última tabla de salvación del curso, Ernesto Valverde demostró que va directamente a por ella, porque sacó su once de gala con la única ausencia del lesionado Iñaki Williams y la arriba citada de Sanjo. Neville sí que alimentó dudas al meter muchas caras nuevas respecto a la liga sabedor de la intensidad que despliegan los leones y del estado del campo. Se puede decir que cumplieron su objetivo de salir vivos, pero lo tienen un poco más difícil ahora. Un viaje a los años 80Recordando a los genuinos tiempos de Clemente los leones salieron embotellando a un rival que, nunca mejor dicho, quería aguantar el chaparrón rojiblanco, cuyo primer aguacero fueron un remate de Aduriz y una jugada personal de Susaeta que acabaron en las manos del meta aussie Matt Ryan. Con posesión y ganas se jugaba siempre en campo ché, aunque la verdad es que la pelota era casi imposible que pasará por la hierba del centro del campo. Aquello era una piscina olímpica. Habían arrancado muy bien los de Valverde, con Susa iluminado, buscando chinchar al Valencia con una de sus jaquecas recurrentes, la defensa del balón parado. Los córners y faltas laterales botadas por Beñat zumbaban como avispas, llegando el picotazo de la cabeza de Raúl García, que tras el del Partizan hacía su segundo tanto europeo como león. Ese gol destapó el cotarro y en un 'pis-pas' Aduriz perdonaba el segundo, tras cruzar en exceso una ocasión de cine, completamente solo ante el portero poco después de que Herrerín rechazara un intento de Rodrigo. Dejándose la pielSan Mamés agradecía el esfuerzo de un Athletic muy superior, con un físico sobresaliente, solidario, currela y con llegada, pero eso no quiere decir que no hubiera sustos. La cosa fue decayendo a partir del 25'. Las contras levantinas, con Piatti y Rodrigo en cartelera, servían de aviso para no perder el norte, que una eliminatoria es muy larga. De hecho la sala de máquinas vizcaína sufría lo suyo, más de uno echaba de menos el poderío de San José, poque Iturraspe, correcto, tal vez no esté ahora mismo para estos barros. Pero el equipo está fuerte, y aunque sea a arreones se fue al descanso con la sensación de que la ocasión de Aduriz merecía haber puesto la ronda cuesta abajo con un par de golitos. Ni siquiera el charquero que entorpecía el fútbol servía de freno para la convicción. Ya que el esférico no corría, a pegarle... Hasta Laporte intentó sorprender a Ryan desde 50 metros, justo antes de Valverde moviera el banquillo dando entrada por este orden a Sabin Merino, Elustondo y a Rico. Merino reactiva la ofensivaSe añadían kilos y músculo a la batalla, a la vez que el buen momento del de Urduliz, que sin ir más lejos le puso un balón de oro a Aduriz que inexplicablemente el donostiarra de nuevo perdonó. El excachorro, pese a fallar una ocasión clarísima, había insuflado nuevas fuerzas al equipo, mientras que la siguiente oportunidad llegaba en una falta de Beñat que Ryan, de los mejores de su escuadra, aprovechaba para pegarse un palomitón. Neville, a la épica, también trató de darle la ziaboga al choque echando al césped a André Gomes, Feghouli y a Paco Alcácer terminando con dos puntas. El contestado mister británico tuvo la suya, porque un cruce de Balenziaga evitaba el empate de Rodrigo en el 85'. Con lo que el Athletic ya optó por plegar velas y, pese a otra de Aduriz en el descuento que se fue arriba, conservar un 1-0 que puede ser suficiente en un torneo como este. Pero desde luego esto resuelto no está ni mucho menos. Y seguido llega el Betis La semana deviene intensa. La plantilla rojiblanca se prepara ya para recuperar fuerzas antes de volver a San Mamés donde este domingo recibe al Betis de Juan Merino con idea de mantener su escalada en la tabla. Tres victorias consecutivas (Valencia, Dépor, Sporting) le han colocado a un punto de la quinta plaza. Pero el esfuerzo de hoy se notará y el Txingurri ya dejó caer que las rotaciones llegarían ante los hispalenses. Balenziaga será baja, pero Laporte sí jugará.

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