El Sevilla sobrevive a Fazio

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Los jugadores del Sevilla celebran el gol de Carriço.
  • Así vivimos el Celta-Sevilla

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A pesar de Fazio, a pesar de estar más de una hora de partido con diez, con un jugador menos, el Sevilla logró puntuar en Balaídos. Por una parte mantiene el equipo nervionense su frustración a domicilio, donde sigue sin ganar, pero por otro no se le puede achacar a su actitud, como otrora fuera de casa, que solo se llevara el empate de Vigo. De hecho, bien puede sacarle brillo el Sevilla a ese empate, pues lo logró con mucho esfuerzo y remando a contracorriente. Fazio, que se estrenaba en su segunda etapa como sevillista, se encargó de fastidiar todo lo fastidiable con una acción absurda tras apenas 20 minutos de choque. Recordó el argentino al peor Fazio, a sus 'Faziadas', a aquel central medroso y dubitativo, desquiciado. Ese es el Fazio que vuelve y necesitará tiempo para mejorarse y mejorar al Sevilla, que está a un nivel por encima del central. El caso es que el conjunto hispalense, que se plantó bien en el campo, que además mantenía una actitud muy productiva en el partido, vio cortadas todas sus aspiraciones, todo su plan con esa acción de la expulsión. A partir de ahí, el Sevilla se defendió con orden, sacó fruto de las acciones a balón parado (un gol, otro remate al palo) y luego a achicar balones. Le marcó uno el Celta, justo cuando Emery intentaba ordenar su equipo para obstaculizar las vías de penetración del rival, pero al menos mantuvo el resultado el Sevilla, que puede darse por contento viendo el partido, aunque le resulte insuficiente por ahora para avanzar más en su pelea por recortar puntos al Villarreal. Hasta que Fazio intervino, la actitud y la disposición del Sevilla hacían presagiar un partido con bastantes opciones para los de Unai EmeryEl Sevilla saltó al campo con una disposición muy mejorada con respecto a su tónica habitual fuera de casa. La actitud, la concentración, salvo en Fazio, era óptima, y eso permitió que pronto el equipo de Emery se hiciera con el partido, tanto con el balón como sin el balón, pues realmente no sufría demasiado (solo una acción individual de Wass propició una ocasión para los locales) y arriba llegaba con cierta soltura gracias a las constantes llegadas de Mariano sobre todo. El partido, en resumen, parecía bien planteado por el Sevilla y de hecho el desarrollo iba conforme al plan. Pero claro, en ese plan no se contemplaba la 'aparición estelar' de Fazio. El argentino, que debutaba en su segunda etapa en el equipo nervionense, se reencarnó en su peor versión para consumar una expulsión de lo más absurda. La segunda entrada que propició la roja nunca debió llegar, pero las lagunas mentales del argentino, más tras meses de inactividad, fueron decisivas. El Sevilla, ya con diez, tomó el nuevo papel que le correspondía en el partido, el papel de la inferioridad numérica. El Celta, al que se le veía espeso, sin ideas, siguió sin tenerlas, aunque la simple cuenta matemática le otorgaba más posesión, más presencia en campo contrario y más continuidad en ataque. Pero el conjunto hispalense se mantuvo firme. Bien defensivamente, sin experimentos (Carriço y Krohn Dehli retrasaron su posición y Llorente quedó solo en punta), también lograba tener presencia en ataque. No por méritos del delantero, todo hay que decirlo, pues las acciones del riojano acababan o en botas del conjunto celeste o lejos de las suyas en definitiva.  Eso sí, por arriba sigue siendo Llorente un activo importante. No compensa todo lo que pierde el equipo a día de hoy con su presencia, pero algo aportó. El caso es que el Sevilla, que venía inquietando desde el primer minuto, desde el jueves en la Copa casi, al Celta a balón parado, aprovechó nuevamente un acción de estrategia. En un córner remató Llorente y el rechace lo recogió Carriço para hacer el 0-1 y enfilar el descanso con ventaja. N'Zonzi volvió a completar un buen partido y Sergio Rico salvó el punto en el último momentoEn la segunda parte, en todo caso, iba a cambiar el partido. El Celta intentó exprimir su ventaja en el campo, Berizzo realizó cambios ofensivos y el equipo vigués empezó a apretar y a abrir el campo, sobre todo entrando por las bandas. La preocupación de Emery estaba clara, y quitó de inmediato a Reyes y Konoplyanka para aumentar las ayudas en los costados. Pero casi estaba el Sevilla cambiando piezas cuando, precisamente por el costado derecho del Celta. Un balón de Guidetti fue aprovechado por Beauvue para igualar el partido. Buen intercambio de posiciones de ambos atacantes e indecisión entre los centrales para darle el gol al conjunto local. Con el empate no tardó Emery en dar entrada a Gameiro por un nulo Llorente. Ayudó en la presión y en defensa el francés, pero en ataque no logró aportar el oxígeno que necesitaba el equipo. De hecho, el Sevilla no dejó de sufrir, como por otra parte era lógico desde que Fazio dejó 'vendido' a su equipo a las primeras de cambio. El Celta siguió encimando, aunque el equipo nervionense ponía trabas. Estuvo atento, esforzado e inteligente N'Zonzi, que apuntó estuvo de corroborar su buena labor con un gol, pero su remate se estrelló en el palo en la que fue la única y más clara ocasión del Sevilla en la segunda mitad. Además de la labor defensiva también necesitó el Sevilla de Sergio Rico para sacar algo en positivo de Balaídos. Una gran intervención suya permitió a los de Emery sumar y mantener el tipo en un partido complicado, que bien pudo tener otro signo si Fazio no se encarga de fastidiar la tarde.