Hasta que Vicandi Garrido quiso...

  La visita del Betis al Camp Nou estuvo marcada por Vicandi Garrido y las lesiones. La labor del trencilla en el primer periodo en contra de los intereses de los verdiblancos fue tan surrealista que el choque cambió por completo con sus decisiones. Un 4-0 con una lectura marcada por un colegiado que el beticismo nunca olvidará. La actuación de Vicandi Garrido en el feudo culé fue para nombrarlo persona non grata en Heliópolis y para que el Comité de Árbitros lo meta en la nevera por los siglos de los siglos. El penalti pitado al Betis ha sido uno de los más surrealistas en el mundo del fútbol. ¿Cómo se puede pitar penalti en un claro despeje de Adán con los puños y luego es Messi el que choca con él? Mangazo. Pero ya antes del penalti se le notaba al trencilla vasco ese carácter chulesco a la hora de pitar las faltas en contra de los que vestían a rayas verdiblancas. El claro codazo de Neymar a Cejudo, si llega a ser al revés... Y para colmo Neymar falló el penalti (lanzado con los dos pies y no debió valer) y Westermann, pese a la existente falta de Rakitic, introdujo el balón en su propia portería a la hora de intentar despejarlo. ¡Increíble! Pero no paró ahí el recital de Vicandi Garrido, que expulsó a Mel tras quejarse el técnico con total razón de un inexistente penalti. Y para colmo, el Betis había fallado una clara ocasión, minutos antes de recibir el primero, en las botas de Dani Ceballos y Bruno se tuvo que retirar lesionado con un golpe en el costado. Con el Betis desquiciado llegó el segundo tanto azulgrana al culminar Messi una pared con Neymar... Y Westermann, lesionado ¡por la patada de Rakitic en el 1-0!. Los dos centrales titulares acabaron en el dique seco antes del primer tiempo, con un calendario tan exigente por delante... Entre el arbitraje del innombrable Vicandi Garrido y las lesiones, máxima resignación. Funesto primer tiempo para un conjunto verdiblanco que salió bien plantado y compitió ante un Barcelona que no se sintió cómodo en el campo y que se encontró el camino allanado gracias al arbitraje. ¿La mejor Liga del mundo con este nivelito del arbitraje español? El encuentro quedó sentenciado, definitivamente, para el Betis cuando llegó el tercero del equipo catalán a los 54 segundos de la reanudación. Fallo de N'Diaye, balón de Busquets a Luis Suárez y gol del uruguayo. Pese al tanto, el cuadro de Pepe Mel no bajó los brazos, siguió presionando y dejó espacios atrás que el Barcelona intentó aprovechar al contraataque para lograr un resultado mayor, pero Adán, el palo y los largueros de Messi evitaron que el marcador aumentara, hasta que llegó el cuarto, obra de Luis Suárez. Justo después de que Pezzella pudiera acortar distancia. Póquer para un conjunto barcelonista que recibió una ayuda arbitral de las más descaradas que se recuerden en mucho tiempo ante un Betis sintió la sensación de ser robado.