El pundonor de Negredo salva un punto

vcf_alegria_laliga.jpg
Los jugadores del Valencia CF se abrazan tras el empate.. La Liga
  • Así lo vivimos en directo

Compartir

El Valencia CF  empató a un gol en su visita a Ipurúa en un encuentro soso y aburrido de los de Gary Neville en el que fueron de menos a más. Los valencianistas más preocupados por no encajar goles, vieron como el planteamiento defensivo de la primera mitad se saldó con un tanto en contra de Enrich, que bien pudieron ser dos. Por contra, y tras una injusta expulsión de Orban, y con uno menos, forzó el definitivo gol en propia puerta de Juncá en el 85.El empate deja un sabor agrio porque el Valencia aspira a más y no se acerca a sus rivales europeos, pero dulce pues lo consiguió con uno menos sobre el campo y a falta de cinco minutos del final. No podían sorprender a nadie los cambios de Gary Neville en su primer once liguero. El técnico llevaba quejándose del cansancio acumulado de sus jugadores y, a la primera que pudo dio descanso a Gayà. El resto, de novedades eran las previstas. Así, Barragán volvió por obligación al once para permitir que Cancelo ocupara el hueco que deja Santi Mina en el interior. En la medular, André Gomes y Javi Fuego fueron llamados a fila para cubrir las ausencias de Dani Parejo -sancionado- y Enzo Pérez, lesionado.   La consigna era clara: no encajar goles y salir a la contra siempre que se pudieraTampoco sorprendió la disposición inicial del equipo y del partido. El Eibar salió a por todas, buscando rápidamente un gol que doblegara el ánimo valencianista. Sin embargo, tras la zozobra inicial, los de Gary Neville, bien encerrados, empezaron a afianzar su situación defensiva. La consigna era clara: no encajar goles y salir a la contra siempre que se pudiera. Este planteamiento, muy inglés por otra parte, tiene sus riesgos. Un error en defensa podía costar caro, porque el equipo cedió de inicio todo el campo a su rival. Así, Keko Gontán, con su inconfundible coletita, puso dos córners seguidos tras superar al 'debutante' Orban. En el primero de ellos forzó unas manos de Mustafi en el área, mientras que el segundo de ellos medido para que Enrich de puntera forzara el milagro que cada tarde protagoniza Jaume Doménech. El de Almenara sacó el remate a bocajarro en la misma línea de gol. 

Se huele el gol

El problema es que los escasos contraataques del Valencia CF no eran letales, no golpeaban y no generaban un gran repliegue del rival. No exigían al Eibar.El problema es que los contraataques del Valencia CF no eran letales, no golpeaban y no generaban un gran repliegue del rival. André Gomes, fuera de punto, falló en innumerables ocasiones el último pase. El medio eso sí, no se escondía a pesar de no estar fino. Siempre se mostraba y así protagonizó en el 35 el primer tiro a puerta desde fuera del área en un aburrido partido del conjunto de Mestalla. Alcácer lo peleaba todo, pero se desesperaba ante la falta de oportunidades y se indignó, como todo el equipo, al ver la gran jugada ensayada que propició el 1-0. Capa y Keko Gontán se inventaron una doble pared que dejó sólo al lateral quien centró para que Enrich anotara el primero en la línea de gol. El tanto fue en el último suspiro de la primera vuelta y, sin tiempo más que para lamerse las heridas, los jugadores se marcharon al vestuario. 

jaume_paradon_laliga.jpg

Piatti por De Paul, otro de los más castigados en los últimos partidos, fue la apuesta de Gary Neville en la segunda mitad. El equipo tuvo algo más de presencia ofensiva, pero le faltaba velocidad. André Gomes se fue entonando con el paso de los minutos, pero parecia poca cosa para que el Valencia le diera la vuelta al marcador.

Mustafi un puntal; el árbitro un desastre y Jaume un 'dios' 

Atrás, Mustafi se multiplicaba por mil, al tiempo que Abdennour volvía a firmar un partido muy discreto. Por fortuna para él, el internacional alemán hace buenos a sus compañeros pero no es dios, para eso está Jaume Doménech. El caso es que en un saque de córner sin aparente peligro, el colegiado se inventaba un penalti en un salto limpio de cabeza de Orban con Dani García y expulsaba al argentino. El Valencia estaba abocado al desastre, pero Jaume Doménech adivinó la trayectoria del lanzamiento de Saúl Berjón y secó la herida. Las tendencias se intercambiaron y, en una jugada embarullada en el área, Negredo se inventó un regate y una asistencia para André Gomes que propició el gol del empate.Con uno menos la cosa se ponía complicada, pero al menos el electrónico no se había movido más. Gayà saltó al campo por Danilo para cerrar la izquierda. Un gol metía a los de Neville en el partido. El técnico inglés, valiente como pocos, lo sabía y sentó a un lateral como Barragán y se la jugó con Negredo. Había que sumar, aunque fuera solo con uno menos. Mendilibar, por su parte, retiró un punta para poner un medio más.    Las tendencias se intercambiaron y, en una jugada embarullada en el área, Negredo se inventó un regate y una asistencia para André Gomes que propició el gol del empate. En su afán por dificultar el tiro del portugués, Juncá despejaba introduciendo el balón en su propia portería. El 1-1 hacía justicia al mayor esfuerzo de los de Neville y, aunque no oculta un partido decepcionante, al menos salva un punto, que bien pudieron ser tres si Ramis, con el tiempo cumplido, no hubiera derribado a Alcácer cuando éste se quedaba sólo ante Riesgo. El defensor fue expulsado, pero el lanzamiento de falta posterior del delantero de Torrent se fue fuera por poco y puso el punto final a un partido extraño en el que el Valencia rascó un punto.