Merecido bofetón

  Cualquier adjetivo calificativo negativo se le puede aplicar al partidito hecho por el Betis en Las Palmas. Fin a la buena racha a domicilio y sensaciones malas en el comienzo de una semana clave, con el partido de vuelta de Copa y el derbi. Y derrota como más duele, en el alargue, pero justa por las prestaciones de un equipo heliopolitano cuya imagen dejó mucho que desear. Ni rastro del buen Betis de visitante.  El Betis no compareció en Las Palmas en los primeros cuarenta y cinco minutos. Desalodora, indigna y muy preocupante la primera parte de los verdiblancos, con el problema de la falta de intensidad por bandera y siendo dominado en todo momento por el ¡colista! El conjunto de Mel sólo corrió detrás de la pelota y de un rival que encontró en la banda de Piccini una autopista. Si el Inter, de verdad, lo quiere, es el momento de desprenderse de un futbolista que está en una preocupante regresión. El italiano fue desbordado continuamente por Dani Castellano y sufrió con la movilidad de Jonathan Viera y Sergio Araujo, mostrando la pésima imagen de otros encuentros. Otra imagen que reflejó cómo saltó el Betis al campo fue ver cómo Araujo le ganaba en un salto a ¡Westermann! Vaya Betis. Y si no es por Adán, el Betis, por enésima vez, hubiera recibido otro gol en los primeros minutos -casi digno ya de estudio paranormal- por medio de Jonathan Viera, pero el cancerbero madrileño estuvo salvador. Pero ímpetu de los locales, con la idea de juego de Quique Setién muy bien desarrollada, pudo abrir el marcador en dos clarísimas ocasiones de Araujo, pero la veleidosa fortuna se alió con un conjunto verdiblanco que firmó una primera media hora lamentable... por no decir la primera parte entera. Sólo Rubén Castro buscó alguna combinación en ataque con Molina, Cejudo apareció sin éxito hasta que se cambió de banda con Joaquín -¡ojo que el estado físico del portuense no parece el mejor! y poco más... Pobre Betis y ¡0-0!, que fue lo mejor.  Volvió el Betis al campo con algo más de ganas y realizando un poco más de presión a Las Palmas -no era muy complicado mejorar la primera parte-, que se apagó y bajó el ritmo de juego. Así, los verdiblancos empezaron a merodear con cierto peligro el área de los amarillos, pero ni Molina ni Rubén tuvieron su día de cara a portería. Los de Quique Setién siguieron con el mismo pan intentando penetrar por los costados de Piccini y Vargas, pero sin las ideas tan claras como en el primer periodo, por lo que apenas creó peligro sobre la portería de Adán. De hecho, fueron los verdiblancos los que en el tramo final de la contienda fueron más incisivos debido a la entrada de Vadillo. Aun así, muy cerca estuvo de sorprender Las Palmas al Betis en un zapatazo de Nauzet Alemán que se fue fuera por poco. Partido abierto... y mazazo en el último suspiro, con el gol de William José ¿Dónde estaban Vargas y Jordi marcando?  Pésimo partido y derrota para un Betis que empieza con mal pie una semana muy importante y en el que su rácano partido evidenció tres cosas: la falta de intensidad, de creación en el juego (notó la ausencia de Ceballos) y la aportación de los fichajes (Pezzella por detrás de Jordi y cómo estarán Van der Vaart y Ricky para jugar siete minutos y otro salir en el descuento).