De cabeza a la Europa League

piatti_uefa.jpg
Piatti se lamenta tras su error. UEFA
  • Así lo vivimos en directo

Compartir

El Valencia CF dice adiós a la Champions League y se marcha a la Europa League por la puerta de atrás perder en casa contra el Olympique de Lyon por cero goles a dos. Los franceses se adelantaron con un gol de Cornet en la primera parte y remataron gracias a otro de Lacazette.  Paralelamente, el Gent hizo los deberes en su partido en su casa y los valencianistas cierran su fase de grupos con un sabor amargo y con un partido en el que tuvieron opciones de meterse en el duelo, a pesar de que no jugaron bien.  Si a eso le sumas la falta de acierto y un mal arbitraje del esloveno Jug, el cóctel que tuvo que tragarse Mestalla fue realmente desagradable.  Gary se vestía de largo, se estrenaba como entrenador del Valencia CF, y casi como técnico. Y lo hacía apostando por la lógica, introduciendo los cambios mínimos posibles en el once que tan buenos resultados le había dado a Voro el sábado anteterior ante el FC Barcelona. Así, de inicio, el técnico mantuvo a Jaume en la portería, le dio el lateral a Cancelo y puso en el centro de la zaga a Mustafi junto a Abdennour. El resto, los habituales: Gayà en la izquierda; Parejo de cinco, Enzo y Danilo de mediocentros; Mina por la banda derecha, De Paul por la izquierda y Alcácer en punta.  En la previa. Gary Neville se había cansado de pedir el apoyo de Mestalla ("Quiero que sea horroroso para el rival")  y, aunque el estadio estuvo muy lejos de llenarse, la afición llevó en volandas a su equipo desde el respetuosísimo minuto de silencio inicial en recuerdo de José Manuel Esteban Pérez, aficionado fallecido el sábado pasado de un infarto en Mestalla.   

Mestalla chillaba, cantaba y animaba con cada arrancada del nuevo tridente mágico: Mina, De Paul, Alcácer y gritaba un "Uyyy" que retumbaba en toda la ciudad cuando Mustafi estrellaba su cabezazo en el palo. Jaume, ratificado por Gary Neville, se sumó a la fiesta con un paradón ante Lacazette, cuando éste le encaraba sólo tras driblar a Mustafi.  Joao Cancelo, de jugada personal, levantaba al público de sus asientos y forzaba un córner que De Paul servía para que Mustafi anotara el 1-0, anulado por inexistente falta del alemán en el minuto 9.     Jaume, ratificado por Gary Neville, se sumó a la fiesta con un paradón ante Cornet, cuando éste le encaraba sólo tras driblar a Mustafi. El ritmo era trepidante. El Valencia quería cumplir su parte del trato pronto y el Olympique evitar la deshonra de no ganar ni un partido en esta Champions.

El gol del Gent enfría los ánimos...

El arbitraje, demasiado permisivo, cortaba de raiz las mejores jugadas valencianistas y el gol del Gent en el otro partido del grupo caía como un jarro de agua fría en Mestalla que, de repente, se silenciaba. Y como no hay dos sin tres, la escena se completaba con Enzo Pérez resentido de sus molestias en la parte trasera del muslo derecho y su consiguiente sustitución por Javi Fuego.   Aprovechando el impasse Lacazette probaba de nuevo los reflejos de Jaume Doménech. El equipo y su afición habían bajado los brazos. Nada parecía hacer reaccionar a los de Gary Neville. Sólo el meta evitó que los franceses hicieran buenas las constantes oportunidades que tuvo. Rafael era el que se encontraba con el cancerbero de Almenara.  

Alcácer remata de cabeza un centro de Gayà.

Sólo el equipo podía reenganchar a su afición para, al menos, sumar un triunfo con el que marcharse con mejor sabor de boca a la Europa League. Parecía que así era. Una internada de Gayà acababa con un centro medido a Paco Alcácer que obligaba a lucirse al meta galo Antoni Lopes

...Y el del Lyon los congela

El estadio se convirtió en un velatorio. La Curva Nord callaba, y con ellos todos los seguidores. Sólo el pésimo arbitraje de Matej Jug encendía los ánimos de un graderío abandonado a su suerte.Pero cuando el equipo empezaba a desperezarse, llegó el gol, mejor dicho, el golazo de Cornet, quien tras jugada personal batía con un disparo con el interior de su pie izquierdo que se colaba por la mismísima escuadra. 0-1, la Champions se empezaba a despedirse de Mestalla.  El estadio se convirtió en un velatorio. La Curva Nord callaba, y con ellos todos los seguidores. Sólo el pésimo arbitraje de Matej Jug encendía los ánimos de un graderío abandonado a su suerte. El esloveno, que se había tragado un gol legal y un posible penalti sobre Alcácer, sancionaba con rigurosidad a los valencianistas (¡¡¡Amarilla a Santi Mina!!!) y dejaba sin penalizar las constantes faltas del equipo francés.

Salta Negredo. Gary Neville se la juega

Con esta tónica se llegó a la segunda parte. Los ánimos parecían renovados. La presencia de Álvaro Negredo calentando parecia enardecer a la parroquia que aún creía en un milagro que ya precisaba, al menos, tres goles. Dos en Mestalla y uno del Zenit en Bélgica. El ariete madrileño saltaba al césped para intentar la hazaña. Gary Neville se la jugaba quitando un mediocentro como Danilo. El equipo abandonaba su clásico 4-3-3 para dibujar un 4-4-2. Con todo, el mejor jugador del Valencia fue el empate del Zenit.Grenier abofeteó a De Paul delante del linier. Gracias a eso el colegiado pitó la falta en el costado. Eran los mejores minutos del Valencia. De lejos, Cancelo y Parejo probaban a Antoni Lopes. Con dos puntas el equipo llegaba más, pero los mediocentros -sobre todo Parejo- sufrían también más.   Con todo, el mejor jugador del Valencia fue el empate del Zenit. Quedaban veinticinco minutos y con dos goles en casa estaba hecho. La tarea no era fácil porque el partido estaba tan alocado que sólo un milagro llamado Doménech evitaba el segundo en un mano a mano con Darder.

Lacazette (Y el Gent) rematan la faena

Neville buscó más profundidad sentando a De Paul y dando entrada a Piatti. Cancelo forzaba un córner; Parejo remataba fuera por poco, el gol del empate se mascaba cuando Lacazette sentenció en una contra en la que se marchó por velocidad de de Abdennour y sólo ante Jaume Doménech esta vez no falló. Tuvo que ajustarla al palo porque si no Jaume se la habría sacado. 0-2, el Gent volvía a marcar y la afición, cansada de desazones en esta Champions League, empezaba a enfilar los vomitorios... para irse a casa. Finalmente el Valencia se marcha de cabeza a la Europa League por deméritos propios y lo hace dando una mala imagen en casa en un grupo en el que los de Nuno, ahora de Neville, partían como favoritos y han acabado como terceros de milagro. Toca apretar los dientes, confiar en que el efecto Gary Neville sirva de revulsivo y el equipo dé una mejor imagen en la segunda división del fútbol europeo. Al final, tímida pitada al equipo y al colegiado.