El Sevilla se olvida de la Copa hasta enero

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Los jugadores del Sevilla celebran uno de sus goles en Las Gaunas.
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  • 193 días después vuelve a ganar a domicilio

  • "La victoria viene del rigor, la seriedad y la exigencia de los jugadores"

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La Copa del Rey es una competición preciosa… pero desde los cuartos de final. El sistema actual, mantenido al alimón por Villar y Tebas, condena al aficionado al más tedioso de los tedios con eliminatorias casi decididas desde que las bolitas salen del bombo. Los ‘Primera’ y ‘europeos’ se dedican a cumplir el expediente y con eso les sobra. Todo sería mucho mejor con eliminatorias a partido único. Los modestos tendrían más opciones de pasar y de llenar el campo, y los 'ricos' verían rebajado su número de partidos. Pero desde las altas esferas sólo se ve la regla de tres directa de que cuantos más partidos más ingresos por televisión, aunque estos sean infumables como el de este miércoles en Las Gaunas.El caso es que, en definitiva, el Sevilla FC se dedicó a interpretar el rol que tenía encomendado: cubrir sus expectativas doblegando a un Segunda B, la UD Logroñés, sin necesidad de esforzarse demasiado. Apenas han pasado dos años desde que el Racing de Santander apeara a los hispalenses e hiciera pasar a Unai Emery su mayor vergüenza como sevillista, pero en esta ocasión salvo catástrofe de dimensiones faraónicas no será así. Los goles de Coke, Krohn-Dehli e Immobile dejaron cerrada la eliminatoria y con la posibilidad de reservar a todavía más jugadores en el partido de vuelta –si no cae en alineación indebida, claro-.Para contribuir al tedio de cada partido de dieciseisavos de final, el técnico vasco se llevó a Logroño a los no habituales y, de paso, dejó a los más titulares de los desplazados en el banquillo –Konoplyanka, Rico, N’Zonzi, Mariano y Fernando Llorente-. Debutaron con el primer equipo los canteranos David Soria, Diego González y Curro. Seguro el portero, algo perdido el defensor en un puesto que no es el suyo y activo y voluntarioso el mediapunta. Luismi tuvo minutos junto a Kolo en el centro de la zaga. En ataque Krohn-Dehli actuó por la izquierda –completando una banda a pierna cambiada absolutamente roma-, mientras que Iborra y Cristóforo –la mejor noticia del partido, su implicación- completaron el doble pivote. Reyes e Immobile –especialmente el utrerano- fueron las referencias ofensivas de inicio.Cuando aún no había sucedido nada sobre el césped de Las Gaunas, el Sevilla ya estaba por delante en el marcador. Apenas necesitó un córner –uno de los grandes déficits del equipo esta temporada- para marcar el primero. Krohn-Dehli centró desde la esquina y Coke, uno de los muchos futbolistas que estaba solo, cabeceó sin oposición en el primer palo para batir a Miguel.Desde entonces, los de Emery llegaban casi por inercia. Con Reyes al mando –con diferencia el futbolista con más calidad de los veintidós-, de vez en cuando caía una llegada. Así hasta que en el 37’ llegó el segundo, muestra otra vez de la enorme diferencia entre los dos contendientes. De un saque de banda a priori inofensivo nació un centro corto de Coke, Adrián León despejó defectuoso y Krohn-Dehli, solo al otro lado, la empaló a gol sin dejarla caer.El guion fue el mismo tras el descanso. Exactamente el mismo pero con aún menos intensidad si cabía al verse ya prácticamente clasificado. El Sevilla es mejor y sólo necesitaba esperar otro error, y éste llegó en el minuto 11 de la segunda mitad, el mismo en el que llegó el tanto inaugural en el primer acto. De nuevo un saque de banda, otro centro corto, un error defensivo y para contribuir a la carambola, Immobile trató de rematar con la espuela –o vaya usted a saber con qué- de primeras, le salió hacia el otro lado, y a la segunda sí consiguió perforar la meta de Miguel y anotar su segundo gol oficial.Tras el tercero hubo tiempo para que Emery probara por fin con dos atacantes. Salió Llorente por Curro -el único cambio que hizo Unai- y formó dupla con el italiano durante 30 minutos. El riojano, recibido con ovación en su tierra, jugó por detrás de Immobile. El partido no servía ni como experimento, así que pocas conclusiones se pueden sacar más allá de un intento de asociación en el 80’. El transalpino volvió a tocar red con un gran chut, pero fue anulado por algo que sólo Hernández Hernández vio.Con todo, el Sevilla hizo lo que se esperaba de él y cerró la eliminatoria en Las Gaunas ante un Logroñés que casi ni llegó a voluntarioso y que se tendrá que contentar con pisar el césped de un estadio de la categoría del Sánchez-Pizjuán. Ese será su gran premio de este cruce. Los nervionenses, mientras tanto, podrán afrontar como un mero trámite el partido de vuelta a sólo cuatro días del derbi ante el Betis.