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Hasta la 'Marmota' se cansa en el Villamarín

Koke encara a Piccini.
  • Así te contamos la derrota del Betis contra el Atlético de Madrid

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  La película el Día de la Marmota es tan conocida y recurrente cuando se repite siempre la misma historia que al Betis, en el Villamarín, le viene ni que pintada. Pero es que van ya tantas veces que se repite siempre lo mismo, derrota con gol tempranero, que hasta la Marmota está ya quemada y cansada. La historia de siempre y el debate cansino abierto: las decisiones tácticas de Mel y el nivel de los fichajes, que no refuerzos, de Eduardo Macià o don Eduardo, como prefieran. Apostó Mel por tres centrocampistas defensivos en el once inicial, con la idea de presionar y no dejar que el Atlético se sintiera cómodo en el campo. Pero sin nadie que jugara la pelota en los verdiblancos la duda sobre cómo iba a funcionar el centro del campo estaba en la mente del hincha bético, hasta que el planteamiento se vino abajo con ¡otro gol antes del minuto 10! Increíble pero cierto, tan cierto como que la Marmota está ya aburrida y quemada de siempre lo mismo… Una vez más, el Betis tuvo que remar a contracorriente con el gol de Koke. Éste presionó, junto con Carrasco, a un atolondrado Xavi Torres, el balón le llegó a Fernando Torres y su disparo lo rechazó Adán, pero el balón lo cazó el 6 de los colchoneros. Bronca monumental para el futbolista del cuadro verdiblanco, que fue pitado cada vez que tocó la pelota. Menos mal que en verano era un descarte… ¿Volverá a jugar algún partido más con la camiseta del Betis? Si el equipo de Mel salió dormido, el gol lo dejó anestesiado. Tanto que Griezmann tuvo el segundo en una pared con Fernando Torres, pero su disparo, con todo a favor, se fue alto. Otra vez, bronca de la parroquia local a los suyos. Y con razón. El centro del campo no exisitía, Digard estaba perdido, Xavi Torres era una máquina de perder balones y Rubén Castro estaba muy sólo arriba. Así, el primer disparo del Betis a puerta fue de Cejudo y a las manos de Oblak, que apenas tuvo trabajo. Y peor se le pudo poner el partido al Betis al filo del descanso, en un fallo de Piccini -jugador que va claramente en retroceso-, al que Carrasco volvió loco en la primera mitad, y el ex del Mónaco, sólo ante Adán, disparó desviado. Tañido final de Jaime Latre y pitada de la afición bética a los suyos. Hasta la Marmota pitó… Como era de esperar, Mel quitó en el descanso a Xavi Torres y metió a Dani Ceballos, el Betis dio un paso adelante, gracias también a Cejudo, y llegó así una oportunidad clarísima en las botas del jugador de Puente Genil, cuyo zapatazo lo desvió Oblak con una sensacional estirada. Esa jugada espoleó a una afición que empezó a gritar, poco después, el “¡Betis, échale…!”. La lesión de Adán gastó una de las balas del técnico bético en los cambios y el Atlético tampoco se arrugó y tuvo dos mano a mano clarísimos en las botas de Griezmann para hacer el segundo, pero el francés perdonó. El Betis, quiso, y con la entrada al campo de Molina dio un paso más al frente pese a estar con diez desde el 80 por la lesión de Digard, pero los de Simeone, bien plantados y con la lección aprendida, se defendieron bien atrás e intentaron dormir el partido para matarlo a la contra. De este modo, en el 87, Griezmann lanzó al palo para alivio de un equipo heliopolitano con las fuerzas justitas y tirando para arriba con más corazón que cabeza. La parroquia bética apretó hasta el final, pero la historia del Día de la Marmota volvió a repetirse: gol tempranero y derrota en casa.