Baño de realidad para el Athletic, adiós a Europa
El Athletic Club abrió sus ocho días de pasión, es decir, de jugarse media campaña en tres partidos, con un sonoro disgusto al perder (2-3) en San Mamés ante el Torino FC de Giampiero Ventura. Primer equipo italiano que vence en Bilbao. Los de Valverde pecaron de ingenuos y blandos en defensa ante un rival rocoso que se adelantaba por tres ocasiones cercenando cada atisbo de reacción vizcaína. Adiós a Europa pese a los tantos de los dos carrileros, Iraola y De Marcos, superados por los de Quagliarella, de penalti, Maxi López (tremenda eliminatoria la suya) y el correcaminos Darmian. Jugadores sólidos como El Kaddouri, o los citados Darmian y Maxi han demostrado su poderío ante unos leones con más ganas que fútbol, y pese a meter cuatro goles en la eliminatoria, con una desesperante falta de fortaleza defensiva. Y eso que Iago Herrerín ha sido de los mejores en ambas citas. Probablemente en el año de la Champions nos hemos ilusionado con un equipo con más honra que barcos, es decir, fútbol y mimbres. Encima Gurpegui sale lesionado de la eliminatoria. Está claro que Ernesto Valverde sacó su lectura del segundo tiempo del Comunale, ya que arrancó con el 3-5-2 que tan bien le sentó allí al equipo, cogiendo hoy De Marcos el lateral zurdo de Balenziaga. Un cambio de esquema espectacular como lo fue el inicio del partido: 'mosaicazo', diluvio brutal y los leones lanzados al abordaje. ¡Aquello olía a napalm! Por parte bilbaína, claro, porque desde el pitido inicial los de Ventura se echaron atrás sin ponerse nerviosos pese a que el 0-0 les eliminaba. Estos tienen más sanfre fría que Tom Cruise en 'Misión imposible'; saben que siempre hay tiempo para aprovechar un error, morder y volver a la madriguera. Y lo hicieron a conciencia. El Torino monta un búnkerAsí era el Athletic quien, a hombros de Beñat, llevaba el peso del choque, dando un primer aviso en una falta directa del de Igorre. Sin embargo los italianos estaban bien puestos, no era fácil llegar a su área y estaban listos para las contras. Y Quagliarella, enorme, surgió en destacado papel protagonista. Al cuarto de hora se animó a chutar por primera vez, y seguido anotó un tonto penalti de Gurpegui a Vives que el delantero transformaba con bastante fortuna tras tocar Iago la pelota. La eliminatoria se ponía cuesta arriba, había tiempo de sobra para redimirse, pero es que el equipo azulón no lo iba a poner nada fácil. Nunca le tembló el pulso. En el 22' lo intentaba San José de cabeza, pero las mejores ocasiones eran visitantes con un El Kaddouri tremendo en sus galopadas, siendo el látigo de un equipo con las ideas muy claras, frente a unos bilbaínos que no veían ni un hueco por donde atacar. Absurda embriaguez finalHasta en agresividad estaban triunfando los visitantes. Daban cera y Gurpegui se iba lesionado a los 40 minutos siendo sustituido por Williams, el nuevo ídolo de la grada, que vivió en primera línea el empate, obra de Iraola en su partido 499 tras un servicio milimétrico de Beñat. Ese gol fue precioso, pero trajó un subidón absurdo que embriagó al Athletic, se fue a por uvas y en castigo fue golpeado por el inconcebible 1-2 recibido en el descuento, cuando Maxi López le ganaba la acción a San José. Palazo total. A la ruleta rusa de 'El cazador'A la vuelta, sin cambios, tocaba procesión de fé. Se entró en una espiral de locura con Laporte probando fortuna con un tiro directo, Williams pegando un poste de cabeza, y Herrerín sacando un medio gol de Maxi a bocajarro. Emociones fuertes. Al todo o nada... y salió nada. Era pura adrenalina rematada finalmente con golpes para todos. Primero dio un experto en ir a 200 por hora, Oscar De Marcos, que hacía el 2-2 con un desmarque clavado a los que hacía en Old Trafford con Bielsa, una irrupción fulgurante, por cierto tras un gran pase de Muniain, hoy muy metido. Pero el Torino también conectó su gancho al hígado con un nuevo gol de Darmian, mal tapado, que dejaba la eliminatoria casi sentenciada y San Mamés en silencio. Hacían falta dos goles y eso ya era mucho. No es que no se intentara, pero últimamente los milagros, como el sol, están muy caros de ver en el Botxo. No lo hubo. Ya se jugó muy poco, como manda el Calcio bien jugado. La entrada de Susaeta y Unai ni se notó. Al menos ya no hay que esperar a lo que dicte el sorteo de mañana viernes, sino que habrá que ir a por la segunda 'final' de la semana, el domingo a las 17:00 en el derbi de Ipurua frente al Eibar. Y al fondo el Espanyol en la Copa, vaya ocho días de emoción zurigorri. esperemos que lo mejor esté por venir. Seguro, pero mejorando.
