El Athletic deberá sudar sangre en Cornellá El Prat
Lo mejor Aduriz y la afición del Athletic (FOTOS)
Era sabido que si hay un equipo que se le da mal al Athletic Club en San Mamés en la última década ese es el RCD Espanyol. Por eso el (1-1) final no sorprende demasiado, y por supuesto que dificulta el pase a la final de Copa, pero también es cierto que esta campaña los de Ernesto Valverde están casi mejor fuera que en casa. A eso hay que aferrarse porque el rival fue mejor. Por tanto, habrá que pelear a muerte el 4 de marzo en Cornellá-El Prat, porque las opciones están vivas. Y eso visto el partido de hoy, con dos palos catalanes, sin chispa, ya es una buena noticia. Lo mejor de esta noche de miércoles, aparte del resultado, fue el ambientazo de la afición y los golazos de Aritz Aduriz (en su 34 cumpleaños) y de Víctor Sánchez. Porque el duelo fue más intenso que de calidad, y encima los leones han estado cerca de perder. En el otro cruce el Barça se ha adelantado al Villarreal al vencerle (3-1) en el Nou Camp. Con tantas bajas como había en ambos equipos no hubo sorpresas en el once, ni de Valverde ni de Sergio González, y tampoco en la plasmación de las respectivas estrategias. Cuando se miden dos púgiles que no tienen demasiada pegada y saben que su batalla va a 15 asaltos se lo suelen tomar con cautela. Midiéndose, una actitud que los catalanes propugnaban pero que no va con Aritz Aduriz que a los cinco minutos ya tuvo su primera ocasión tras un error de la zaga periquita, y a los 10 metía su gol número 74 como rojiblanco en una contra definida con una vaselina de auténtico crack. El último pase de Oscar De Marcos con la punterita también fue excelso, pero el momento del cumpleañero es galáctico. Menos mal que a su edad Florentino y cía ya no lo van a comprar. El donostiarra encabezaba la alta presión ante un rival incómodo que bastante tenía con minimizar el daño, ya que sus pocos errores en la salida de juego habían sido rápidamente castigados. Una mala digestión de la ventajaPero con el tanto obtenido el conjunto bilbaíno paso a una susurrante fase en 'stand by'. Era el turno de ser zorros dejando la iniciativa a los blanquiazules, pero no tanto. Si se deja hacer a un buen equipo te va a buscar las cosquillas, y lo cierto es que durante muchos minutos el choque pasaba a ser controlado por el centro del campo visitante que comandaba Víctor Sánchez. Pero les faltaba malicia. Ni se asomaron por los dominios de Herrerín hasta que les llegó un regalito. El partido se había espesado con mucho pelotazo, pelea, zapa,... todo eso iba en detrimento del Athletic. En el 34' un balón colgado por Sergio García lo dejaba muerto en la frontal Aurtenetxe y Víctor Sánchez metía el gol de su vida con un obús por la escuadra que solo se para si juegas con dos porteros. Fue un palo tremendo, porque una vez más sin hacer nada un contrincante marcaba en San Mamés, y esto en Copa era incumplir la primera premisa: no encajar. Y para el lateral de Zornotza, verde, verde y nada fino desde el inicio, fue venírsele el mundo encima. Pero no es justo cebarse con él. Quitando un intento final de Muniain los leones no supieron aprovechar su diana, los barceloneses, al revés, sí que se asentaron, tal vez más porque a los rojiblancos les entró un bajón anímico preocupante. Beñat no estaba con la varita del día del Málaga y cabe pensar que la llegada del descanso incluso se agradeció. Una segunda parte nefasta Obligado a volver a apretar la tornillería el once de Valverde optó por el juego en largo, donde un pase tremendo de Etxeita permitió a Aduriz volver a renovar la estadística de remates, pero su tiro fue menos preciso que el de Sergio García, que se fue al larguero cayendo como nieve. Lo de este chico, con abuelo de Sestao, es fijación con San Mamés. En el 55' le puso otra a Stuani que sacó la tila de los termos. Poco gente habrá más infravolarada que Sergio. Con media hora por delante el duelo estaba tan abierto como la propia eliminatoria. El Athletic achuchaba más que creaba, tirando arriba a base de arreones, sin que Beñat ni San José fueran capaces de poner una marcheta correcta. Por eso el mister de Viandar hizo un doble cambio metiendo a Viguera y Aketxe por Susaeta y un Muniain que había estado con fiebre estos días pareciendo hoy el fantasma de Canterbury salvo en el tiro ya citado. Luego entraría Ibai con objeto d eponer algún buen centro a los dos puntas. La baza de Sergio González fue sacar al tanque Caicedo, que parecía el increíble Hulk. En el 82' tras regatear a Herrerín pudo dejar el tema casi zanjado, pero Etxeita, sin ser su mejor noche, estuvo rápido para cruzarse a tiempo. Fue un alivio y qué decir cuando Víctor Alvarez remató al palo poco después de cabeza y ya se pasó a pedir la hora sin cortarse. Quedan 90 minutos, esperemos que los barceloneses no estén tan finos en su casa. Encima como ha dicho Valverde: "Me preocupa el calendario, el Espanyol tendrá 5 días para recuperarse y nosotros 3 más la eliminatoria ante el Torino". Difícil, pero sí se puede.
