Este Sevilla es único

sevillamalaga4.jpg
Los jugadores del Sevilla celebran el primer gol ante el Málaga.
  • Así está la clasificación

Compartir

Este Sevilla es, con una vuelta del campeonato liguero ya completada (con un partido menos incluso), el mejor Sevilla de toda la historia en la Liga. El que más ha sumado, el que más ha ganado, el que mejor lo ha hecho. Suena fuerte, pero así es. Con su magnífico y merecido triunfo ante el Málaga, equipo correoso y complicado, ha certificado lo que en realidad lleva haciendo jornada a jornada, que el Sevilla es uno de los mejores equipos de Primera, en concreto el cuarto mejor, y que tiene argumentos por doquier para mirar cara a cara a quien se le ponga enfrente. Ya sea el Valencia con los millones de Lim o incluso el Atlético campeón, a tiro de piedra clasificatoria. El Sevilla ha dado un repaso al Málaga este domingo y ha mostrado razones y argumentos sobrados para merecer la victoria. Fue mejor, mucho mejor, físicamente. Fue mejor, mucho mejor, con la posesión de la pelota. Fue mejor, mucho mejor, individualmente, y ahí están Denis, Deulofeu, Reyes, etc. para demostrarlo. Fue mejor, mucho mejor, defensivamente, con un buen Kolo, por fin, con un intenso Diogo, con un Navarro a alto nivel y con un doble pivote muy ordenado en la medular. Y fue mejor, mucho mejor, desde la caseta, porque Emery puso la primera piedra sabiendo manejar a su antojo las virtudes de su equipo y las debilidades del contrario. El Sevilla tenía delante un hueso bastante duro de roer. El Málaga es un equipo bien montado, bien posicionado, con unas ideas defensivas muy claras y con unos mecanismos identificados y ejecutados a muy buen nivel. Por eso el Sevilla, para superar esas virtudes, para anularlas y hacer brillar las suyas, tenía que superar primero en intensidad al rival y luego en juego. En ambas lo hizo durante el partido. Para empezar Emery dispuso una alineación que mandaba un claro mensaje, quería que el partido se jugara en campo contrario, en el del Málaga. Con Reyes, Banega y Deulofeu las posibilidades se multiplican siempre que la pelota ronde el área contraria. Si no lo hace, se minimizan. Y el caso es que tuvo interiorizado el Sevilla esa idea de jugar y pelear más que el rival. Con los laterales muy metidos en líneas rivales, como siempre por otra parte, con Krychowiak e Iborra de guardaespaldas y peligrosamente cargados con tarjetas, y con una presión realmente muy alta atenazó el equipo sevillista al Málaga en los primeros 45 minutos. No quiso eso decir que el Málaga no intentara cercenar esos cauces de juego sevillistas, que no intentara colocar dos o más hombres con Deulofeu o Reyes, ni que intentara salir a la contra. Pero la verdad es que salvo algún que otro susto, el Sevilla hizo las cosas bastante bien. Se las ingeniaba para circular la pelota rápidamente de banda a banda, y allí ya aparecían Deulofeu o Reyes haciendo superioridades con los laterales. Por ahí intentó abrir varias veces la lata el conjunto local y alguna que otra ocasión tuvo sobre todo Carlos Bacca antes de que el de Ruidarenas sacara su chistera para realizar una gran acción individual y luego dar una maravillosa asistencia de las que no desaprovecha el delantero colombiano. Hacía justicia ese gol sevillista al juego, la superioridad y al mejor plan del conjunto nervionense. Y en la segunda parte intentó revertir la situación el equipo costasoleño. Y lo intentó Gracia con las armas del Sevilla, metiendo los laterales muy arriba, jugando en campo contrario y adelantando las líneas. Evidentemente, se aproximaba más al área de Beto el equipo malaguista, que probó al luso en algunas acciones sin demasiada claridad. El Sevilla lo permitió o 'se lo permitió', porque seguía teniendo armas en el campo, y en el banquillo. A la contra, y con Iborra y Krychowiak guardando siempre las espaldas con orden, a pesar de estar cargados con amarillas, el conjunto hispalense se guardaba algunos argumentos más. Si no pudo ser el tanto de Banega, que anuló injustamente el nefasto árbitro que es Teixeira, sí lo fue el de Denis, que se marcó una jugada de nuevo magnífica, incluida pared con Bacca. El segundo tanto hacía por fin justicia definitiva, porque realmente la diferencia que se vio en el campo, en muchos aspectos, era de más de un gol de diferencia. A partir de ese segundo gol, el Sevilla impuso ya de forma abrumadora de nuevo su forma de juego. De nuevo presionó arriba hasta aburrir a los malagueños, que ya no sabían ni que hacer para alejar la pelota de su área sin que se cruzaran uno, dos o tres sevillistas. El Málaga seguía intentándolo, pero realmente con argumentos muy inferiores a los del Sevilla, que sacó adelante un partido complicado con toda justicia, siendo superior con la pelota, sin ella, físicamente, en eficacia y en planteamiento.  Se podría decir que el Sevilla superó una dura prueba, que solventó con nota un partido difícil. Pero no sería cierto, no sería real. Porque el Sevilla lleva solventando domingo a domingo citas complicadas, de una u otra forma. Lleva solventando toda la temporada partidos difíciles en Copa, en la Liga Europa, y de una forma u otra, hasta la fecha, y ahí está el mérito, completando una campaña histórica, ya la mejor primera vuelta de la historia nervionense. Ahí queda eso.